Tras los acontecimientos que se dieron durante la marcha del 8M en Orizaba, en donde un grupo de participantes, en su mayoría jóvenes, tiraron vallas ubicadas en la entrada de palacio municipal y vandalizaron una de las estatuas de leones, el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, se dijo sorprendido por esa situación.
Consideró que las movilizaciones que hacen mujeres en el marco de esa fecha permiten visibilizar realidades dramáticas que vive este sector en cuanto a violencia, acoso y falta de equidad.
Sin embargo, comentó que se sorprendió que en esta ocasión, contrario a lo que se ha visto en años pasados, en que ha prevalecido la serenidad y el respeto que caracterizan a la zona, haya escalado a ese modo “violento”.
Indicó que ese tipo de acciones se han visto en otros lugares y ahora parece ser que se han adoptado en la zona.
"Nosotros creemos que la situación que viven y que denuncian muchas mujeres, en algún modo tiene que buscar el modo para manifestar la indignación, pero, pues esperaríamos que haciendo, digamos, tradición a nuestra región, se siga haciendo de un modo creativo, de un modo sereno, sin atentar contra el patrimonio que pertenece a otras personas"
El sacerdote destacó que este tipo de acciones provocan un rechazo por parte de la población y hasta descontento, por lo que se espera que no vayan a persistir ese tipo de manifestaciones.
Cabe recordar que la tarde del viernes, durante la marcha por el 8M, al encontrar balas metálicas en el frente del palacio municipal y las estatuas de los leones cubiertas por tablones de madera, las manifestantes procedieron a volcarlas y terminaron rompiendo los tablones y pintando la estatua, así como la fachada del inmueble.