El gobierno de Veracruz goza de salud financiera, la cual es evidente en la evolución de la calificación de la deuda de corto plazo, de B- en 2017, a BBB+ en 2020, establecidas por Moody’s, Fitch y HR Ratings, por lo que la entidad se perfila hacia la calificación A en el 2024, lo cual significa que avanza hacia un riesgo crediticio muy bajo, advirtió José Luis Lima Franco, secretario de Finanzas y Planeación (Sefiplan).
La mejora en la calificación crediticia se debe a que las calificadoras han registrado un menor endeudamiento de corto plazo de 59.09%, por el actual gobierno de Veracruz, del 2017 al 2020. A diferencia de la administración anterior, que endeudó al estado con 4,400 millones de pesos en el 2017, la actual recurrió a un préstamo de 2,500 millones de pesos en 2019, y solicitó 1,800 millones de pesos en el 2020”, explicó el secretario de finanzas.
La reducción del endeudamiento de corto plazo, comentó, ocurrió en un entorno de crisis sanitaria y económica que afecta los ingresos de los estados. así como el gasto en salud, equipamiento y la contratación de más enfermeras y médicos.
Otros indicadores que consideran las empresas calificadoras, tiene que ver con las mejores mejores prácticas de administración del gobierno, mayor transparencia. También la entrega en tiempo y forma del los estados financieros. “Todo se ha sumado para que estas empresas ratifiquen la calificación de la mejora financiera de Veracruz”, explicó José Luis Lima Franco.
Poner orden en las finanzas del estado inició con la reducción del gasto corriente, esto en sintonía con el gobierno federal relacionado con los excesos el gasto superfluo, así como la ley de Austeridad de Veracruz, aprobada en esta administración. Con tales ahorros, el gobierno ha incrementado la inversión pública en infraestructura de caminos, carreteras, agua potable, educación y en salud, del 2018 a la fecha.
La Secretaría de Finanzas espera cerrar el 2021 con una inversión pública de 10,000 millones de pesos. En el 2018, el presupuesto de inversión pública fue de 3,200 millones de pesos. Sin embargo, en el 2021 casi se triplicó. En suma, lo anterior se ha logrado con la reducción del gasto corriente, la ley de Austeridad y con disciplina financiera, sobre todo con la reducción de los pasivos financieros que dejaron las administraciones pasadas.
El gasto corriente se refiere a la contención de creación de plazas, consolidación de compras y el combate a la corrupción, ahorros que de manera paulatina se han ido transfiriendo en el presupuesto a la inversión pública.
Lima Franco especificó que la reducción de la deuda de corto plazo —a un año—, se ha realizado de la manera siguiente: “En el 2018, el pasivo circulante del estado era de 7,700 millones de pesos. En la cuenta pública del 2020 se redujo a la mitad, a 3,499 millones de pesos. En tanto, que el pasivo total pasó de 59,600 millones a 54,600 millones de pesos. Es decir, el pasivo se redujo en 5,000 millones de pesos.
Mencionó que el gobierno de Veracruz ha abonado a la reducción de deuda heredada de gobiernos anteriores,como por ejemplo la que se tiene con el Sistema de Administración Tributaria (SAT), la cual se ha pagado mediante convenios de Coordinación Administrativa con el gobierno federal. Se liquidó la deuda de 3,300 millones de pesos que la Universidad Veracruzana tenía con el SAT. Explicó que federación le aportó 1,637 millones de pesos en el primer trimestre del 2021.
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