Último adiós a líder de taxistas asesinado en norte de Veracruz

“Ese cuate era a toda madre”, exclamó un señor al borde de las lágrimas mientras se empinaba una botella de cerveza frente al ataúd de Israel Martínez Barrera, el presidente de la Coordinadora para el Desarrollo Totonaca (Codet) al que le rindieron un homenaje en el Parador Urbano antes de ser sepultado en el panteón municipal de la Santísima Trinidad. 

Rodeado entre los asistentes, el tipo alzó su copa para darle otro trago mientras el mariachi, al ritmo de las guitarras, trompetas y el violín, entonaba las canciones “Un Puño de Tierra”, “A Mi Manera”, “La Muerte de un Pobre” y “Cruz de Madera”. 

Sobre el féretro reposaba un sombrero blanco que en vida utilizó Israel Martínez cada vez que se reunía con sus agremiados taxistas y familias de los pueblos indígenas de la zona norte de Veracruz representando la Codet y en su momento a la Central de Organizaciones Campesinas y Populares (Cocyp). 

Israel Martínez Barrera fue ejecutado por sujetos desconocidos la tarde noche del pasado miércoles 20 de enero en la colonia Adolfo López Mateos del municipio de Coatzintla. 

Como agradecimiento y reconocimiento a su labor social y altruista, los trabajadores de las unidades de alquiler le organizaron un homenaje de cuerpo presente en el Parador Urbano de Poza Rica, donde asistieron los líderes de grupos de comerciantes, taxistas, amigos y familiares del dirigente de la Codet. 

Mientras cargaban el cajón que contenía los restos de Israel, la multitud le aplaudió, le cantaron, le dedicaron porras que erizaban la piel de los asistentes; sus padres, hermanos y amistades derramaban lágrimas al ver el cuerpo de Martínez Barrera.

Manuel, uno de sus familiares, tomó el micrófono para exigir justicia y la intervención del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez para combatir la inseguridad que azota al estado, pero particularmente en la zona conurbada de Poza Rica, Coatzintla, Tihuatlán, Papantla y Cazones de Herrera. 

Al término del homenaje, los restos de Israel fueron trasladados al panteón municipal de la Santísima Trinidad para darle cristiana sepultura.

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