El señor Rufo Fermín Lara denunció que están a punto de cumplirse tres años de que fue despedido de manera injustificada del Instituto Tecnológico Superior de Zongolica (ITSZ), sin que a la fecha haya tenido alguna respuesta de las autoridades laborales para que se le haga justicia.
Explicó que el problema se originó en 2018, cuando laboraba en el área de mantenimiento y al demandar que a los trabajadores se les dotara del material necesario para trabajar, el entonces director Ramiro Sánchez Uranga comenzó a tomar represalias contra ellos y ordenó que él se integrara a vigilancia con turnos de 12 horas, a lo cual se negó al serle afectados sus derechos, por lo que fue despedido.
Comentó que por su denuncia se registró con el número de expediente 8862018, pero a la fecha no se le ha hecho justicia, por lo que él ve en esa falta de respuesta que por encima de los derechos laborales prevalecen los intereses políticos.
Lamentó que cada gobierno imponga a empleados que solo llegan a servirse del cargo por encima de los intereses públicos.
Comentó que con el actual director, Pompeyo Quechulpa Pérez, acudió cuando asumió el cargo para explicarle la injusticia de que fue objeto y le pidió una fotocopia de su demanda para ver qué podía hacer y, casualmente, su expediente se extravió en el Tribunal de Conciliación y Arbitraje.
“Posteriormente, las audiencias se reactivaron, pero muy lentas y con muchas trabas y argucias por parte del actual director del plantel”, indicó.
Fermín Lara refirió que la tarde del 14 de diciembre, alrededor de las 18:30 horas, tuvo un encuentro casual con el director del Tecnológico, quien le preguntó cómo iba su caso, a lo que le respondió que siendo él el que encabeza la corrupción en esa institución, debería saberlo.
Mencionó que para él la pregunta de ese funcionario solo fue una burla y es sabido que actúa intimidando al personal y a los trabajadores que tienen alguna inconformidad.
El afectado demandó la intervención de las autoridades estatales en su caso y del propio presidente, pues se comprometieron a no mentir, no robar y no traicionar y aquí en la institución ocurre todo lo contrario.