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En Misantla, Veracruz, derechohabientes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) han alzado la voz para denunciar un trato denigrante y poco profesional, pese a los complicados traslados que muchos deben realizar para recibir atención médica en un contexto de creciente preocupación por la calidad del servicio.
Ara de la Rosa Castañeda, asistente de servicios en un plantel de educación preescolar de la zona 039, ha sido una de las voces más visibles al exponer esta problemática en una reciente entrevista, según relató, los trabajadores de la educación enfrentan largas esperas para consultas médicas, lo que se agrava con el traslado obligatorio a Poza Rica, ya que el hospital de Xalapa se encuentra en proceso de reconstrucción, esta reubicación no solo implica una mayor distancia, sino también mayores complicaciones logísticas y de tiempo para acceder a la atención médica necesaria.
"Nos mandan a Poza Rica y la atención es muy tardada, nos tratan con la punta del pie, yo como asistente de servicios en educación, junto con otras compañeras, vemos cómo se nos deja de lado, aunque estamos pagando cuotas al sindicato", señaló de la Rosa, quien además expresó su inconformidad por el trato que reciben los trabajadores administrativos y de apoyo, sectores que, según ella, no tienen los mismos derechos o atenciones que los docentes.
A pesar de que la Secretaría General del sindicato ha entregado encuestas a los trabajadores para recoger sus inquietudes y propuestas de mejora, la entrevistada teme que estas no sean más que un trámite sin consecuencias concretas, "lo que pedimos no son privilegios, solo que se nos respete como derechohabientes, muchos somos personas mayores con enfermedades graves y hacemos grandes esfuerzos para obtener atención médica básica", dijo.
Además, la falta de derechos para ciertos trabajadores de apoyo, como los asistentes de servicios, es otro de los puntos críticos mencionados, según de la Rosa, muchos empleados con necesidades médicas específicas, como operaciones o tratamientos de rehabilitación, no tienen acceso a beneficios básicos debido a la falta de un acuerdo presidencial que les permita acceder a estos tratamientos por un año.
A lo largo de la entrevista, de la Rosa no solo denunció la deficiencia en el sector salud, sino también en el ámbito educativo, mencionó que algunos directivos muestran actitudes despectivas hacia el personal de apoyo, lo que genera un ambiente de discriminación y maltrato dentro de los planteles, "no siempre nos toman en cuenta como debe ser, el personal de apoyo está constantemente mal visto, y eso no debe ser", añadió.
Ante esta situación, la asistente de servicios hizo un llamado a los dirigentes tanto del sector educativo como del sector salud para que trabajen de manera conjunta, abandonen años de malas atenciones y ofrezcan soluciones rápidas que beneficien a todos los miembros del gremio.
"Es hora de que se dejen de lado las promesas vacías y que se nos vea como lo que somos, seres humanos con derechos, no estamos pidiendo lujos, solo un trato digno, que nos respeten como trabajadores", concluyó de la Rosa Castañeda, quien espera que las autoridades actúen con celeridad y no dejen pasar más tiempo en la resolución de estas problemáticas que afectan a una parte fundamental del gremio educativo en la región.