La cabecera municipal de Texistepec ‘se ahoga’, pero no por inundaciones, ahora es por las altas temperaturas y la falta de agua potable, problema añejo que no han podido resolver los alcaldes en turno y el actual, ha hecho un llamado de alerta por el bajo nivel de la fuente donde obtienen el vital líquido, que no recibe ningún tratamiento de potabilización.
Los pobladores han estado reclamando que la autoridad municipal hace caso omiso a los llamados de ayuda para que se abastezca de agua a la población, aunque sea con pipas, pero de ni una manera ha podido ser atendida la demanda.
El motivo, el bajo nivel del río Dársenas, que es un canal de aguas del río Chiquito, pero que registra según un comunicado del gobierno local, su nivel más bajo.
Esta situación pone en conflicto a la cabecera municipal ya que el sistema de bombeo no puede empujar la cantidad de agua necesaria.
Maquinaria municipal realiza un dragado del mismo afluente, a fin de aumentar el caudal y pueda resolverse la necesidad de agua.
Se acusó que esto deriva del nulo mantenimiento que por años se dejó de hacer, lo que ha ocasionado que el afluente se encuentre prácticamente cerrado.
La cabecera municipal ha enfrentado desde hace varios años, la falta de agua al no tener una planta que haga potable el fluido, y los esfuerzos por construir pozos profundos, fracasan al encontrar agua que no es apta para consumo humano, derivado de las altas cantidades de azufre que existe en esa zona.
Durante el gobierno de Saúl Reyes Rodríguez, que fue el que antecedió al actual, presentó un proyecto para dotar de agua a Texistepec mediante el acueducto de Platanillo, lo cual no sólo beneficiaría a la cabecera sino también a las empresas que se instalarán en el Polo de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec.
Dentro del polo han buscado también agua potable, pero por igual los estudios dictaminan que no es apta para el consumo humano.
Mientras, los pobladores de la cabecera municipal exigen a su gobierno municipal que se busquen alternativas para que se surta del fluido a los hogares texistepecanos, pues el estiaje está fuerte y es cuando más requieren del vital líquido.