Este martes se cumplió una semana de que dio inicio la huelga que encabezan más de 500 integrantes del Sindicato Único de Empleados Municipales (SUEM), y los que exigen al Gobierno de Minatitlán, se cumplan los aumentos que por ley corresponden junto a la revisión de una serie de peticiones que vienen a resumirse en un adeudo promedio a 10 millones de pesos.
Y aunque para el día lunes se tenía contemplada una mesa de diálogo entre ambas partes, se confirmó que no existió el acercamiento entre el SUEM y representantes municipales, lo que mantiene estancada las negociaciones.
Es así como el ayuntamiento de Minatitlán se mantiene con las banderas rojinegras junto a los trabajadores que persisten en pie de lucha, y bajo una serie de guardias que les permite permanecer en los reclamos laborales.
Aunque algunos de los inconformes han reconocido el temor de un desalojo, se apegan al amparo que un Juez Federal les otorgó para prolongar el movimiento que hasta hoy se ha tornado pacífico.
Hay que mencionar que, oficinas gubernamentales como Registro Civil, Obras Públicas, entre otros, permanecen cerradas.
En contraste, el Gobierno de la Ciudad opera bajo la asistencia de empleados de confianza y círculos sociales que se han unido a la cruzada para ofrecer el servicio de limpia pública que, a una semana de distancia del paro de labores, empieza a causar los primeros estragos.
Agregado a la desesperación de la ciudadanía que desea cumplir con el pago de servicio de agua y predial, por lo que se esperan próximas instrucciones oficiales.