Mañana miércoles, está previsto que la Secretaría de Salud asigne un contrato por más de 84 millones de pesos para alguna de las empresas favoritas de la administración estatal, en un proceso de licitación simulado, donde sin importar quien resulte elegido, ganará la misma persona, que es dueña de las 2 constructoras participantes.
El director de Administración de la Secretaría de Salud, Jorge Sisniega Fernández pretende otorgar este miércoles, de manera amañada, un contrato para la conclusión del Hospital de Nautla.
Mediante un proceso de licitación simulado, donde las 2 empresas que compiten tienen su domicilio fiscal en un humildes departamentos de Infonavit.
Dicha obra ha sido presumida por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, para hacer un comparativo de la corrupción del pasado con la supuesta honradez de su gobierno, pero igualmente está relacionada con irregularidades en el morenismo.
Y es que el gobierno cuitlahuista tendrá que decidir entre las empresas Sumato Supervisión y Mantenimiento SA de CV y Constructora NONA SAPI de CV, para ver cual resulta ganadora para concluir el citado hospital.
Por un lado, Sumato presentó una propuesta de 84 millones 910 mil 97 pesos con 23 centavos; mientras que Constructora NONA presentó una oferta de 84 millones 45 mil 945 pesos con 69 centavos.
Si bien, todas las constructoras tienen derecho a competir por la obra pública, la irregularidad en este caso, es que de acuerdo al Registro Público de Comercio, en las actas constitutivas de ambas empresas aparecen los mismos socios en ambas.
Juan Carlos Guzmán Zetina aparece como accionista, tanto en Sumato Supervisión y Mantenimiento SA de CV como en Constructora NONA SAPI de CV, y que por solo ese simple hecho, descalificaría a ambas a continuar dentro un proceso licitatorio.
Pero para el director de Administración de los Servicios de Salud de Veracruz, Jorge Sisniega y para sus colaboradores, no ha sido impedimento para continuar con el proceso.
De acuerdo con los datos fiscales de las citadas empresas y que proporcionaron a la propia Secretaría de Salud, como a la Secretaría de Finanzas y Planeación tienen domicilios en unos departamentos, que no coinciden con las características de los contratos millonarios que han recibido.
Se trata de edificios familiares, con apenas dos habitaciones, y sólo un cajón de estacionamiento.