Ante la baja de más de 70 por ciento en el caudal del río Atoyac, los ayuntamientos de Amatlán de los Reyes y Córdoba tendrán que ver qué hacen para atender las necesidades de su población en materia del vital líquido, pues apenas si hay para atender la demanda de las comunidades aledañas, señaló el ambientalista Enedino González.
El también presidente de la asociación Derechos Constitucionales, consideró que si Amatlán y Córdoba requieren de agua para su gente deben ver qué proyectos emprenden, por ejemplo que realicen la excavación de pozos.
Destacó que desde hace más de una década las autoridades federales, estatales y cordobesas en turno impulsan el proyecto Bandera Blanca para dotar de agua a comunidades de ese lugar tomando del nacimiento del río Atoyac, a lo cual se han opuesto habitantes de ocho municipios.
Expuso que con la cantidad actual del cauce, que se ha reducido en más de 70 por ciento, no se puede pensar siquiera en continuar con ese proyecto, si acaso se permitiría que se llevaran agua en pipas en momentos críticos de escasez para Amatlán y Córdoba.
Indicó que la construcción de pozos es viable para esos lugares, pues sí hay agua cerca de las comunidades a las que quieren llevar procedente del río Atoyac.
El ambientalista destacó que ese afluente es el único que queda con agua limpia en la parte alta, ya que en la zona baja las lluvias arrastras residuos de herbicidas y fertilizantes que usan los agricultores en los campos, así como los desechos de vinaza.
“Todos esos escurrimientos están cayendo a este afluente, dañando principalmente a la Cuenca del río Atoyac, que comprende los municipios de Atoyac, Carrillo Puerto y Cotaxtla, hasta caer al mar”, comentó.
Enedino González comentó que las reuniones que han tenido con el alcalde de Amatlán, Luis Arturo Figueroa, no han sido en buenos términos, pues la gente de las comunidades aledañas al río no permitirá que se lleven el agua, aunque los tilden de egoístas, pero también tienen que ver por sus necesidades.