Residentes e internistas denuncian acoso en Hospital de Río Blanco

Los residentes e internistas acusaron además la falta de insumos en el hospital

Residentes e internos del Hospital Regional de Río Blanco (HRRB) protestaron por el presunto acoso que hay por parte del administrador, Carlos Galicia, en contra de uno de sus compañeros, así como la falta de condiciones para que todos puedan realizar su labor.

"Es una injusticia la que se está cometiendo en contra de nuestro compañero, el doctor Alejandro Arellano; también estamos exigiendo derechos básicos como lo es el derecho a la alimentación, a espacios dignos en los que podamos nosotros realizar nuestro trabajo como se debe", expresó una de las residentes.

Otro de los médicos mencionó que no cuentan ni con papel para imprimir las historias clínicas y hojas del Banco de Sangre, por lo que ellos tienen que comprar su propio papel, pues de lo contrario tienen que pasar muchos filtros para conseguir los recursos necesarios.

Agregó que han tenido que adquirir incluso su propio equipo y mobiliario, por ejemplo para tener sus expedientes.

Aclaró que eso siempre lo han comentado, pues no se les hace justo trabajar así, pero quien tiene la palabra final es la jefa de Enseñanza, Luz María Olivares Juárez.

Los médicos internos y residentes de cirugía y urgencias, entre otras especialidades, indicaron que antes de llevar a cabo su protesta la jefa de Enseñanza les dijo que ellos no tenían por qué manifestarse, ya que no eran trabajadores del hospital.

Posteriormente, aseguraron, les estuvo enviando mensajes vía celular para que se presentarán en el auditorio, aunque los profesionistas hicieron caso omiso pues expresaron estar hartos de laborar en esas condiciones.

Cabe mencionar que el caso de acoso en contra del residente de ginecología y obstetricia Alejandro Arellano se debe a que en agosto pasado sufrió un accidente cuando acudía a un curso obligatorio y chocó contra una puerta de cristal que no tenía ninguna señal de advertencia.

Explicó que el golpe fue tan fuerte que el cristal se quebró, pero él sufrió algunas cortaduras y perdió el conocimiento por uno segundos, por lo que fue atendido hospitalariamente.

Posterior a ello, el administrador que estaba entonces lo convocó y le pidió el pago del cristal, a lo cual se negó aduciendo que fue un accidente.

Luego hubo cambio del administrador y llegó Carlos Galicia, quien lo llamó el 13 de octubre para insistir en que tenía que pagar el cristal (cerca de 4 mil 400 pesos ) y que se le tendría que poner una película plástica, aunque ésta no la tenía cuando sufrió el percance y que podía pagar en partes.

Comentó que se negó a hacer cualquier pago, lo que molestó al administrativo, quien lo amenazó con acudir a Xalapa para “arruinar” su residencia y desde entonces ha sido objeto de acoso por su parte.

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