El cuerpo de Mateo Campos Ruiz, montañista originario de la Ciudad de México que falleció tras sufrir una caída en el volcán Pico de Orizaba, fue finalmente recuperado en la base del glaciar del Jamapa y bajado por integrantes de la Brigada de Rescate del Socorro Alpino y entregado a la Fiscalía de Ciudad Serdán la tarde del lunes.
Miriam Díaz, jefa operativa nacional de esa agrupación de emergencia, mencionó que el percance se produjo cuando el hombre de 48 años había hecho cumbre y realizaba el descenso, momento en que se salió de su cordada y resbaló.
“No supo frenar o no pudo frenar, presentaba demasiados golpes. Es triste porque el sábado hubo un accidente y el domingo otro; es preocupante por la cantidad de gente que está ascendiendo sin tener tal vez las condiciones o el conocimiento para poder subir a estos volcanes, que son técnicos”, comentó.
Miriam Díaz señaló que para recuperar el cuerpo salieron dos grupos desde las cuatro de la mañana del municipio de Tlachichuca y de la localidad de Zoapan para dirigirse a la cara norte, llegando a la base del glaciar Jamapa, a cinco mil 150 metros de altura, alrededor de las 10:00 horas, en donde procedieron a la recuperación del cuerpo e iniciar el descenso.
Detalló que alrededor de las 14:00 horas llegaron al refugio de Piedra Grande los integrantes de la Brigada, así como los guías de montaña, Cruz Roja, personas de Hidalgo, Zoapan, Avalos y Tlachichuca, de donde bajaron hacia el poblado más cercano; alrededor de las 17:00 horas Cruz Roja entregó al cuerpo a la Fiscalía de Ciudad Serdán en la zona de La Ermita, entre las comunidades de Hidalgo y Zoapan.
La jefa operativa nacional de la Brigada de Rescate del Socorro Alpino invitó a las personas que deseen hacer un ascenso a que se pongan primero "en forma tanto física como mentalmente".
Mencionó que una buena estrategia puede ser el realizar caminatas que sean “menos agresivas” e ir aumentando la dificultad, con el fin de que cuando emprendan un ascenso disfruten de esa actividad, que puede ser muy bonita.
Comentó que cuando ocurre un accidente también los rescatistas arriesgan su vida, pues si de por sí subir es complicado, hacer maniobras de rescate para sacar a alguna persona de un lugar y bajarlo cargando, es muy cansado y peligroso, por lo que se necesita de mucha gente.