“Alto, guapo, inteligente y además buen bailarín, así fue el general Ignacio de la Llave, quien en 1855, como jefe político de Veracruz, fundó las escuelas nocturnas, además de decretar que la educación sería gratuita y obligatoria, adelantándose en décadas a posteriores disposiciones constitucionales en ese sentido”.
Así se recordó durante el homenaje a este distinguido orizabeño, veracruzano y mexicano al conmemorar su 160 aniversario luctuoso.
A pesar de la importancia de este personaje, quien fue un distinguido militar, ministro de Gobernación, magistrado, ministro de Guerra y gobernador del estado, su memoria hoy sólo es recordada en la ciudad.
Mientras, parece olvidado por autoridades federales y estatales, a pesar de que la entidad se llama Veracruz de Ignacio de la Llave.
Al dirigirse a los presentes, entre autoridades municipales, castrenses, miembros de la masonería y familiares, la síndica Marie Michelle Fragoso Martínez presentó datos sobre la vida y obra del general.
Pero no sólo se abocó a recordar lo que ya figura en enciclopedias, sino que se reunió con familiares del prócer para obtener más información.
“Ignacio de la Llave y Segura nace un 26 de agosto de 1818. Hijo de María de la Luz Segura y Ceballos y de Manuel Martín de la Llave, este último, hijo del coronel del regimiento de Tres Villas, Xalapa, Orizaba y Córdoba.
“Creció y se convirtió en un codiciado soltero, pues es descrito como alto, guapo, de buen carácter, verdes ojos, cabello rubio, unas enormes patillas, de moda en aquella época, un hombre valiente, graduado en derecho, culto y, como si algo le faltara, también era buen bailarín, pero prefirió la política y las armas”, describió la síndica.
De la Llave y Segura fue dos veces gobernador, defendió al puerto de Veracruz del asedio de las tropas estadounidenses en 1847, luchó contra Santa Ana y protegió a Benito Juárez cuando se refugió en la entidad.
Además, tomó parte en la estructuración de las Leyes de Reforma junto a Lerdo de Tejada y Melchor Ocampo, fue impulsor de la construcción del ferrocarril Orizaba-Veracruz.
Fue agredido por sus escoltas, para robarle el dinero que estaba destinado para el gobierno de Benito Juárez, muriendo el 23 de junio de 1863.
“Su valor y ejemplo lo seguimos honrando. Él era un librepensador; seguía los principios de la educación estricta e ideales fundamentales de libertad, igualdad y su pensamiento se centraba en mejorarte tu como persona para hacer el mayor bien posible.
"El México de hoy necesita muchos Ignacios de la Llave, jóvenes valientes para defender los ideales que permitan que México salga adelante”, apuntó.
En el homenaje estuvieron presentes el alcalde Juan Manuel Diez Francos; coronel Arturo Cruz Guzmán, del cuerpo de Infantería de Defensas Rurales; el presidente del DIF Hugo Chahín; los regidores Martín García Limón, Rafael Franco, Atenea Merino y Antonio Roldán, así como el diputado por el séptimo distrito masónico Ignacio López Martínez. También estuvieron presentes alumnos de la Técnica 4.
No podían faltar en este evento familiares del general, encabezados por su sobrina nieta María Elena de la Llave Córdoba y sus hijos Ana Esther Córdoba de la Llave y Rafael Córdoba de la Llave, así como Luis de la Llave López.