Hasta esta redacción acudió, el licenciado Israel Carrizal Zenteno, vecino de la calle Lerdo, de esta ciudad, con el fin de que se pueda dar a conocer, lo que considera es un grave foco de infección, que ha estado perdurando desde hace tiempo, y que la autoridad local pasada y la actual no ha podido erradicar.
El quejoso explicó que entre las calles Poniente y Las Cruces, existe un rastro clandestino que ha trabajado desde hace tiempo, este sitio habitualmente empieza sus funciones desde temprana hora, lo que interrumpe el sueño de los vecinos, además de ello sospecha que lo desechos son arrojados a un afluente que pasa por el lugar.
“Desde las 3 a 4 de la madrugada, los animales son sacrificados en medio de la mancha urbana, generando con esto una grave contaminación auditiva, sin dejar de un lado que el manto acuífero del lugar se presente contaminado, según se dicta que son más de 30 animales los que son sacrificados, sin que la autoridad o el regidor de Protección Civil y Rastros, aplique la sanción correspondiente”.
Carrizal Zenteno, finalizó mencionado que su petición no tiene la intención de dejar sin empleo a las personas que hacen este tipo de trabajo, “recordemos que, dentro de la mancha urbana, ya no es permitido este tipo de labores, exigen que se reubiquen y dejen que las familias puedan tener un buen descanso, pues en el entorno existen personas enfermas, niños pequeños, además de gente que trabaja y requiere de un buen descanso”.
Cabe recordar que, en el mes de octubre del 2019, Personal de la Procuraduría del Medio Ambiente, estuvieron en esta ciudad, donde supervisaron al menos 6 rastros clandestinos, en su momento señaló y culpó al ayuntamiento local en turno, manifestando que se permitió a los tablajeros a realizaran la matanza de cerdos en sus domicilios, pues en el rastro municipal la caldera no servía y el drenaje había colapsado, así como también no contaban con agua suficiente.