Trabajadores de la Jurisdicción Sanitaria VI de Córdoba se manifestaron por considerar que no son atendidos ni escuchados por la jefa de esta dependencia, mientras son atropellados en sus derechos y hostigados hasta en sus casas.
“No queremos ni aplausos ni palabras bonitas, que nos digan héroes y nos den una patada en la espinilla o en algún otro lugar”, indicó Margarito Ramos Gómez, secretario general de la Subsección 8.
Señaló que de nada sirve que laboren exponiéndose al COVID-19 y exponiendo también a sus familias mientras la autoridad los hostiga porque los quieren cambiar de lugar “por razones de presupuesto” y ni siquiera les dan equipo de protección, ya que dicen que éste es sólo para que atiendan a personal sospechoso de COVID, “si no tienen cómo saberlo si en el momento que llega alguien puede no presentar síntomas”.
Consideró que no es posible que una persona que vive en Paso del Macho y que se consiguió que labore cerca de ahí lo quieran mandar a Tezonapa porque ahí está su adscripción, lo que representa más tiempo de traslado, estar lejos de su familia y gastar más.
Ramos Gómez agregó que lo que se está haciendo es que cuando les llegan los oficios de notificación de cambio de adscripción los firman bajo protesta y la inconformidad se entrega de inmediato en la Jurisdicción y en Xalapa.
Refirió que están llegando al grado de hostigarlos en sus casas, porque llegan y les pegan los documentos para notificarlos de su cambio de adscripción “y eso no se vale”.
Lamentó la actitud “infantil” de la administradora, que llega a Fortín, por ejemplo, y se sienta y dice que no se moverá de ahí hasta que se vaya la doctora a su centro de adscripción en Córdoba.
“Los trabajadores ya nos cansamos. En los centros de salud no hay cubrebocas, no hay material, no hay gel antibacterial, no es posible. Exigimos que se presten al diálogo, queremos ser tratados como profesionistas y no como delincuentes”.