Un promedio de 20 perros de varios municipios de la región, incluyendo Río Blanco, han sido sacrificados y sus cerebros extraídos a solicitud de la Jurisdicción Sanitaria VII de Orizaba, esto por parte de la Coordinación Municipal de Salud y Protección Animal de Río Blanco.
Toda vez que se trataba de animales altamente agresivos, además que habían causado daños irreversibles en menores de edad y adultos mayores.
"Nosotros no matamos perros y no matamos gatos, hay excepciones que nos han pedido porque estamos con la Jurisdicción trabajando, y si algunas veces tenemos más de un cerebro que extraer es porque nos los piden en Ixhuatlancillo, Santa Ana Atzacan.
“Son situaciones muy específicas, porque agredió a un adulto, a un niño en la cabeza, cerca del cerebro y era excesivamente agresivo el ataque y no hay forma de probar que el animal tenga alguna vacuna antirrábica.
“Entonces el protocolo de Jurisdicción nos pide la extracción del cerebro, porque no vamos a exponer a un ciudadano por el canino", informó el coordinador municipal de Salud y Protección Animal en Río Blanco, Marcelo Antonio González Camiro.
Puntualizó que, del año pasado a la fecha, de las 20 eutanasias realizadas a perros agresivos tres han sido de Río Blanco, desafortunadamente.
"Hemos tenido tres casos en Río Blanco, uno no se fue a observación de cerebro, se fue en adopción responsable a un lugar donde producen American bully en Veracruz, por eso se les dio, porque el dueño dijo se lo vamos a dar a esta persona.
“Otro caso fue muy sonado porque ese perro le quitó una pierna a un señor, se la lastimó tanto que tuvieron que amputar e intervino DIF Municipal, nunca se esperaron que pasara eso, mordió al abuelito y lo dejó muy mal".
El resto de los animales eran de Ixhuatlancillo, Acultzingo, Santa Ana Atzacan y Orizaba.
En otro tema, el médico veterinario informó que durante abril y mayo se aplicaron seis mil 129 vacunas antirrábicas a perros y gatos de Río Blanco; cinco mil correspondieron al Centro de Salud aplicarlas y mil 129 a la dependencia a su cargo.
Señaló que gracias al apoyo del alcalde, la Coordinación de Salud y Protección Animal se ha convertido en un centro de captación regional para la esterilización, vacunación y resguardo de mascotas.
"Nosotros somos el único ayuntamiento que nos hablan para decirnos tenemos un gatito, un perrito, hemos tenido perros durante tres, cuatro meses hasta que se rehabilitan, los tratamos, los inyectamos, cuidamos y se dan en adopción responsable; acá no matamos perros ni gatos".
En otro orden de ideas, González Camiro dijo que con las más de 400 esterilizaciones que ha llevado a cabo la Coordinación, se ha controlado la reproducción de al menos cuatro mil mascotas.
Dejo en claro que, más allá de los sacrificios, lo que se procede en el municipio de Río Blanco para la protección de los animales es la adopción responsable.
Subrayó que la dependencia se encarga de dar seguimiento al trato que se le está dando a la mascota recién adoptada, con el fin de que su calidad de vida sea la más adecuada posible.
"Lo primero que hacemos es concientizar al ciudadano sobre la tenencia de las mascotas, que los animalitos tienen derecho a una buena atención, a quererlo, a la alimentación, el cuadro básico de vacunación y que debe de estar dentro de una casa", dijo.
Afirmó que si un perro tiene dueño no tiene por qué estar en la calle, e incluso el dueño debe pasearlo con correas y más si se sabe que es agresivo, para evitar un problema mayor.
Marcelo Antonio desestimó que en el municipio existan perros en situación de calle, pues muchas de estas mascotas tienen dueños pero les permiten deambular.
El ejemplo más claro es el Mercado Municipal Modesto Escalona, en el que pretendían recoger a todos los animales que estuvieran en el lugar con el fin de darlos en adopción y curiosamente el día que estuvieron presentes no hubo ni un solo perro.
Por último, confirmó que ya se trabaja en un reglamento, en el que estarán teniendo diferentes lineamientos que les permitan hacer una supervisión más específica en el tema de las adopciones y el seguimiento que se da por parte de las asociaciones civiles.