Tras la declaratoria de la Barranca del Metlac como monumento histórico, se tiene que trabajar en su recuperación, pero a la par, en líneas de integración social, históricas, culturales y la parte ambiental que es fundamental, indicó Emilio Zilli Debernardi, ciudadano interesado.
Destacó que la Barranca tiene un patrimonio ferrocarrilero extraordinario con siete kilómetros de vía y túneles y el puente del Metlac, pero además es un tesoro cultural y de biodiversidad y todos los actores sociales y políticos tienen una gran deuda con ese lugar.
Mencionó que el próximo mes se tendrá una reunión para buscar a los distintos actores para que puedan rendir cuentas de cómo está el lugar, qué se necesita y cómo se puede ayudar desde la sociedad civil y cerrar la alianza entre el gobierno, la academia y la sociedad.
"La Universidad Veracruzana, la Universidad Anáhuac y otra más son vecinas de la barranca, tenemos ahí comunidades asentadas, no tenemos sólamente la importancia del municicipio de Fortín y de Ixtac, tenemos una zona metropolitana, tenemos un asentamiento importante, el río Metlac es una de las arterias del volcán, o sea, estamos conectados con el Parque Nacional Pico de Orizaba y tenemos una conexión también con el sistema arrecifal veracruzano a través del río Jamapa, a través del río Blanco con la Laguna de Alvarado", apuntó.
Consideró que por todo ello, la Barranca se puede convertir en un observatorio multifacético en términos de lo cultural, turístico, ambiental y social.
Destacó que la Barranca es muy rica y a pesar de estar quebrada por el crecimiento de los cañales y chayotales, el café de sombra ha permitido conservar parte de la biodiversidad, por lo que sigue siendo refugio de muchas especies.