A pesar de los riesgos que con lleva el ser trabajador del servicio público, cerca de ocho mujeres de esta ciudad, toman el volante para contribuir con los gastos del hogar y pagar los estudios de sus hijos.
La falta de oportunidades para emplearse en algunas empresas, impulsa a mujeres para tomar la iniciativa de abrirse paso como taxistas, es un pequeño grupo de damas que a pesar de las dificultades que conlleva ante la aceptación de la sociedad, ofrecen sus servicios con respeto, honestidad y orgullo.
En Nanchital son más de 500 taxis que circulan en la ciudad, teniendo un dos por ciento de mujeres, el resto son hombres, en este municipio la conductora con mayor antigüedad de la señora Valentina, mejor conocida como “Mascafierro”, quien desde hace más de 20 años, a recorrido las calles de los municipios aledaños.
Lea Aurora quien maneja el número 30, expresó “en este oficio inicié por necesidad de brindar mayor seguridad y confianza para llevar a mis hijos a sus escuelas, tengo 3 años, diariamente antes de salir de mi hogar tomo mis medidas, mi jornada inicia a las 7 de la mañana y concluye a las 6 cuando todavía hay luz”.
Agregando, afortunadamente hasta el momento no he sufrido acoso de parte de pasajeros o sus mismos compañeros taxista, siempre trata de ser selectiva con las personas que abordan su unidad.
CON CARRERA PROFESIONAL Y ESPECIALIDADES
Audrei Alor, operadora de la unidad 400, desde hace 3 años, con la finalidad de obtener mayor ingreso económico, y al tener pocas oportunidades de desarrollarse como Licenciada en Economía y especialidad en alguna empresa, tomo como oportunidad ser trabajadora del volante,
“En las pocas oportunidades de emplearqme en una empresa, me sirvieron para ver que en esta zona el salario es muy bajo, la necesidad y falta de trabajo, me condujeron a estáactividad dominada por los hombres, y se me hizo difícil en su momento”.
En sus primeros meses, sus compañeros hombres, le llamaban la atención por estacionarse en los sitios de taxis, alegando que la zona solo era para “hombres”, sin embargo hizo caso omiso y continuó con la frente en alto.
Aseguró el un trabajo como todos donde estamos expuestos a sufrir agresiones, pero debemos de conservar la calma, tomar precauciones y protegernos entre todos.
Recalcando, si hay otras mujeres que deseen adentrarse al gremio taxista deben eliminar estereotipos e inseguridades, este oficio permite gratas experiencia y conocer más de la ciudad al igual a quienes viven en ella.