Una mínima afluencia se tuvo en restaurantes de Orizaba con motivo del 10 de mayo, ya que del total que se esperaba cuando mucho llegó un 20 por ciento, indicó David Castañeda, empresario del ramo e integrante de la Cámara Nacional de la Industria de los Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
“Es una situación totalmente atípica porque el cliente no salió, hizo caso a todas las disposiciones federales y realmente no salieron a consumir”, reconoció.
Castañeda Roldán comentó que los restauranteros se habían preparado para atender a los clientes, incluso algunos que habían cerrado reabrieron, recontrataron personal y prepararon promociones, “pero la gente no llegó”.
Mencionó que de entrada, el no contar con venta de bebidas les afecta, pues las personas cuando acuden a comer piden una cerveza o una copa y esto representa hasta el 40 por ciento del consumo total, pero ahora no se pueden ofrecer, así como tampoco los postres, pues no tienen cómo invertir en algo que no está saliendo.
Indicó que fue muy poca gente la que llegó, aunque en lo que se refiere al servicio a domicilio sí se vio un repunte importante en relación con lo que generalmente se vende en esta fecha.
Sin embargo, expuso, para los restauranteros esto no es algo satisfactorio pues el servicio a domicilio no cubre los gastos mínimos y es complicado ofrecerlo, ya que la gente está acostumbrada a cierta calidad y algunos alimentos se deterioran y pierden frescura, por ejemplo las ensaladas o la carne.
Reconoció que de alargarse la cuarentena no se sabe cuántos negocios pudieran cerrar, pues muchos están ya con muchas dificultades económicas serias y aunque se reanude la actividad el primero de junio la recuperación no será fácil, pues la población también está sin dinero.