Manuel Huerta Ladrón de Guevara es xalapeño; nacido en la céntrica calle Azueta del Barrio de Sayago un 12 de julio de 1960, en una década que califica como trasformadora, donde la juventud se revelaba ante lo que consideraba injusto, y ahí creció él, en esa época que lo convirtió en un líder urbano en la lucha y exigencia de los derechos humanos de la ciudadanía, entre ellos: el acceso a una vivienda digna.
Desde entonces duerme poco, apenas 4 o 5 horas y lucha mucho, nunca se cansa, porque la sinergia y el contacto con la gente nutren su vida. Despierta a las 6:00 de la mañana. Como buen veracruzano, lo primero que hace es degustar un buen café. Se considera adicto al café, es amante de la literatura, disfruta de buena música, cuando le es posible una buena película o un rato frente al mar.
Manuel Huerta Ladrón de Guevara es un personaje proveniente de la lucha social. El delegado de Bienestar tiene en sus raíces la defensa por los derechos sociales, como buen licenciado en Derecho, pero también como destacado sociólogo, ambas profesiones por la Universidad Veracruzana. Está consciente que un buen político tiene que ser estudiado, conocedor de la historia para evitar repetir los errores del pasado y al mismo tiempo impulsar políticas públicas que contribuyan al crecimiento y empoderamiento ciudadano.
Manuel Huerta relata que sus padres fueron comerciantes, su abuelo, Lorenzo Ladrón de Guevara -originario de Naolinco y amigo del expresidente Adolfo Ruiz Cortines- fue alcalde de aquel municipio. A su padre y madre los define como el ejemplo claro de ciudadanos trabajadores y honestos, de ahí su formación, valores y principios que hoy transmite a su hija de nombre Marina Libertad, una adolescente, feminista y aguerrida, quien lo motiva día con día y quien actualmente radica en Ciudad de México.
Desde muy joven, teniendo tan solo 20 años se constituyó en líder de varias luchas, entre ellas, en 1984, como fundador de la Unión de Colonos, Inquilinos y Solicitantes de viviendas de Veracruz (UCISV-VER), en la ciudad de Xalapa, lucha que lo llevo al plano no solo nacional, sino internacional. En los 80, están sus orígenes, relata y cita como ejemplo que a los 27 años llegó a Nueva York para proponer la creación del día internacional de las familias sin techo. Esa era una de sus grandes luchas, las familias sin vivienda.
Mientras degusta un sorbo de café, ataviado en su chaleco de Bienestar, el cual porta con orgullo, hace una pausa y recuerda que, desde los 20 años, se fue formando el Manuel Huerta que es hoy. Refiere que, como parte de esa lucha social, en 1998, recibió el premio internacional DUBAI a las mejores prácticas urbanas, reconocimiento avalado y entregado por la Organización de las Naciones Unidas. Siempre dice ha pugnado por la justicia social, por la disminución de la pobreza. Asegura que un mejor estado de bienestar es lo que le motiva para continuar en la lucha con y por los que menos tienen.
El combate a la pobreza y a la corrupción son parte también de su andar. “La fuerza radica en el pueblo y no en los políticos, quienes únicamente son el instrumento” esa es su filosofía de vida. Manuel Huerta asegura que no es posible en política ser improvisado e ignorante, porque así no se puede ayudar a la ciudadanía, se tiene que conocer la historia y los problemas para proponer soluciones, ayudar y servir.
Refiere que para ser un buen político se requiere de una formación teórico-social, ideológica, programática, filosófica y de una esencia de servicio al pueblo. Respecto de su futuro y aspiraciones, se le cuestionó, si desea gobernar Veracruz y él -en un ejercicio de libertad de expresión- se dice cierto, que su nombre habrá de estar en las encuestas que realizará Morena, de manera textual refiere que observa muy difícil lo puedan evitar. Su aspiración es, ser parte de la historia y dejar un legado, pero la decisión final, apunta, está y estará en el pueblo.
El hoy delegado se dice confiado en las encuestas que realizará su partido, pues asegura que éstas son el resultado de realidades, es la opinión del pueblo, quien constantemente está observando el trabajo de todos; de ahí que recomendó de manera respetuosa a quienes aspiran a un cargo de elección popular, que se pongan a trabajar con la gente, pues es ello, lo único que les va a permitir su arribo. Está convencido que es así como se gana y no pintando bardas, con discursos o aparatos políticos gubernamentales, “lo va a decidir el pueblo”.
Está consciente de que la guerra sucia continuará, pero ni lo doblan, ni lo quiebran, al contrario, se mantiene firme en su lucha política y social, porque su fuerza radica dice en el aprecio y reconocimiento de la población. “Mi fuerza y mi energía es por ellos”. Asegura que se continuará defendiendo de ataques e injurias, pues las acusaciones que han lanzado en su contra no han sido cosa sencilla, han sido graves, incluso dijo han provenido de los propios aparatos políticos y del estado y las ha enfrentado y ha salido avante.
Manuel Huerta Ladrón de Guevara, se dice puesto a seguir caminando del lado de la gente y asegura llegará hasta donde la ciudadanía se lo permita, afirmando que existe un sentimiento evolucionado de la gente, a elegir al mejor, no al menos peor, sino al mejor y el estará de ese lado, del lado de la gente.
¿Se puede improvisar en política?
- “La política es servirle al pueblo. Esa es la esencia y no cualquiera lo sabe”.
¿Cualquiera puede ser Político?
- “Ahí está el detalle, para eso necesitas una formación ideológica, programática, filosófica, necesitas en tu esencia tener esa formación de servicio al pueblo, de estar dispuesto a que el pueblo sea quien va por delante; uno solo es un instrumento. Evidentemente se necesita una formación teórica y social. Yo parto de esta idea de que, quien decide es el pueblo, o sea la democracia en su estricto sentido en darle el poder al pueblo, que el pueblo decida, un dirigente no es el que decide, un dirigente tiene que escuchar, tiene que aprender del pueblo y ser pueblo y estar con él y acompañar. Es lo que hemos hecho toda la vida. Si alguien quiere saber el truco, es este, pero no todos lo tienen, ni en su esencia, ni en su formación. El verdadero político necesita además de la emoción social, una fuerza una preparación intelectualmente y esa vocación para darte en plenitud al pueblo, dejas de ser tu para ser del pueblo. De hecho, mi decisión de ser papa de la gran Marina Libertad, fue tardía, por esta idea de que, uno tenía que luchar por la transformación y servirle al pueblo de tiempo completo”.
Nos cuenta que desde 2015, su hija vive en ciudad de México, ya que, en aquel momento, ella no estaba segura en Veracruz, pues él era incómodamente político para el gobernante “prianista” en turno, a pesar de ello asegura tienen una conexión extraordinaria. Hay una excelente relación con la mama de su hija. Asegura que su descendiente es su fuerza “yo creo que mientras pueda ver a mi hija a los ojos, voy a estar tranquilo, porque ella, aparte de mi conciencia es la principal juzgadora de mi vida”.
Afirma que los sueños se hacen realidad trabajando “lo que soñamos tiene mucho que ver con lo que trabajamos, porque estamos convencido que los sueños se hacen realidad, que la esperanza de la gente es un motor de la transformación y que uno se ha entrenado para este servicio y pues mientras uno esté vivo y respirando, pues vamos a estar actuando para este proceso histórico de transformación”.
¿Cuál es su filosofía política?
- “Es amar al pueblo, estar con el pueblo”
¿Es, en el amor al pueblo, donde radica la esencia de la política?
- “Si claro, el pueblo es el que manda, el pueblo es el que dirige, el pueblo es el mero, mero, el pueblo es sabio. Yo cada vez que escucho al pueblo me fortalezco, porque ellos saben dónde están los problemas y las soluciones; además la humildad es el componente básico de un buen político, en ello el presidente nos ha ayudado mucho a mantenerse humilde; sino se siente emoción y convicción de que quien manda y dirige al pueblo, se vive en el error”.
Delegado, hay quienes lo colocan en la carrera gubernamental ¿usted aspira a gobernar Veracruz?
- “Mira yo, en uso de mi libertad de expresión, porque acabo de ganar sin litigar en el OPLE, tras una acusación en materia electoral; decirte que conozco muy bien las reglas de mi partido, conozco los tiempos políticos y pues yo he dicho, veo muy difícil que me eviten de la encuesta que en algún momento se generara para todos estos cargos que son importantes y es a lo que yo aspiro, porque aspiro a ser parte de la historia. Yo no aspiro al cargo, yo quiero ser parte de la historia moderna de este país y dejar un legado que me permita hacer una contribución, que la gente lo recuerde bien, sé que al momento hasta cierta parte lo he logrado, porque el trabajo que hemos hecho con toda la humildad del mundo y que no depende de mí nada más, depende del pueblo, pues ya deja un registro y yo creo que hay una satisfacción importante en la sociedad y lo veo en lo que la gente me dice y me platica cuando me ve”.
“Yo estoy preparado física, mental, espiritual e intelectualmente, estoy preparado para estar donde el pueblo me ponga. El pueblo sé que es el que va a tomar las decisiones y me van a llevar a donde yo tenga que dar mi mejor servicio a Veracruz. Porque ahí radica el verdadero ejercicio público, trabajar para servir, no se trata de ser florero, a través de un cargo, sin resultados, con una política mediocre”.
¿Qué mensaje le han dejado estos años al frente de Bienestar?
- “Que es posible reconstruir, regenerar el país con la amplia participación de la gente y con gobiernos honestos y decididos a escuchar al pueblo y su mandato”.
¿Se requiere de un perfil para ser político?
- “Se requiere la formación teórica e histórica, por eso muchas veces se fracasa, fíjate que esa parte es muy bonita. José Revueltas en el 68 escribe un libro muy famoso, llamado la historia del proletariado sin cabeza y la tesis central es que, en este año, el partido comunista mexicano, no tenía el estudio histórico del país y por eso la izquierda fracasaba, porque no tenían un análisis real y concreto de la realidad. No se puede transformar con ignorancia. Claro que se necesita una formación teórica, histórica, filosófica que te permita elaborar un programa, una propuesta electoral, una política pública y entonces claro que se necesita saber, no cualquiera lo puede hacer. Cualquiera puede ser florero del poder, pero no cualquiera un buen político. Si no sabes de dónde vienes difícilmente se sabe a dónde se va”.
Se refiere a Veracruz como un gran estado; Veracruz es petróleo, energía, agua, electricidad, es campo, es agua. Veracruz tiene todo. Dice que, si Morena fuera música, Andrés Manuel sería el gran compositor, un gran director “y me siento parte de su orquesta y sé que lo anima esta misma filosofía, esta misma práctica, él ha sido una persona que como todos los mexicanos estamos viviendo tiempos inéditos, tengo la suerte de ser protagonista de esa historia y él ha cumplido a carta cabal lo que se ha propuesto, es muy aferrado”.
Manuel Huerta despierta todos los días con la convicción que hay que seguir luchando, que no hay que parar. “Soy un hombre feliz, con preocupaciones, pero con una conciencia tranquila porque me van a querer acusar de todo, pero nunca de corrupto”. Un sociólogo, abogado y político, fundador del Partido de la Revolución Democrática, fue el primer Diputado Federal del PRD en la LV legislatura del H. Congreso de la Unión de 1991 a 1994.
Participó en el éxodo por la democracia en 1991 al lado de Andrés Manuel López Obrador. En el año 2000, durante la administración de Andrés Manuel López Obrador como jefe de Gobierno en el Distrito Federal, fue invitado como jefe del Programa de Mejoramiento de Vivienda y posteriormente subdirector del mismo programa del Instituto de Vivienda del Distrito Federal entre los años 2000 y 2006. Su amistad con Andrés Manuel inicio en 1988, a ello se suman otros muchos cargos y representaciones que hoy lo colocan como un político con amplia trayectoria y con vocación de servicio.
Manuel Huerta es un hombre que mantiene los pies en la tierra y que tiene la vocación de servir al pueblo de Veracruz.