Rufino Grajales y Dorantes, ganadero local, compartió su perspectiva sobre cómo las condiciones climáticas, especialmente por las lluvias y bajas temperaturas que impactan la producción en la región.
Grajales y Dorantes destacó que las bajas temperaturas afectan significativamente el rebrote de pasto, ya que el frío dificulta el crecimiento.
Además, las lluvias provocan lodo y hacen que el ganado no se mueva con la misma facilidad, reduciendo su acceso al pasto. Aunque reconoció que estas son benéficas para la tierra, también presentan desafíos para mantener el ganado alimentado.
Ante condiciones climáticas adversas, señaló que los ganaderos deben tomar medidas adicionales, como comprar concentrados, alimentos y forrajes.
Subrayó la importancia de contar con infraestructuras como galeras y comederos, lo que aumenta los costos asociados con el mantenimiento del ganado durante estas temporadas.
En cuanto al precio del ganado, Grajales informó que el becerro ha mantenido un precio de entre de 59 y 61 un pesos a lo largo del año, mientras que el ganado de mayor peso se cotiza entre 400 y 450 kilos a 49 y a 51 pesos.
Aunque enfrentan desafíos, subrayó que la ganadería sigue siendo rentable, a pesar de las pérdidas causadas por las condiciones climáticas adversas.
Finalmente, Rufino Grajales hizo un llamado a los ganaderos a no desanimarse y a seguir invirtiendo, destacando su importancia como fuente de empleo y generación de ingresos para la región.