En un acontecimiento sin precedentes para la cultura mexicana, el huapango “El Cascabel”, compuesto por el veracruzano Lorenzo Barcelata Castro, fue seleccionado desde 1977 para representar a la humanidad en el espacio exterior. Este son jarocho, parte integral de la riqueza cultural de Veracruz, fue incluido en el Disco de Oro de las sondas espaciales Voyager, lanzado en dicho año, con el objetivo de compartir los sonidos de la Tierra con posibles civilizaciones extraterrestres.
La elección se llevó a cabo por un grupo de científicos, entre ellos Carl Sagan, quienes eligieron una compilación de canciones y sonidos que reflejan la diversidad y riqueza de la vida humana, destacando con ello “El Cascabel” como la única pieza en español en esta colección intergaláctica, elegida por su composición y arreglos musicales que capturaron la atención de los expertos.
Esta pieza fue agregada al Disco de Oro Voyager, una placa de cobre bañada en oro de 30 centímetros de diámetro, que además contiene saludos en múltiples idiomas y sonidos de nuestro planeta, con ello, la NASA aún continúa en espera de que si este álbum es encontrado por otros seres en el espacio, sirva como una introducción a la vida en la Tierra.
Barcelata, nació en 1898 en Tlalixcoyan, Veracruz, en una familia de músicos, dejando un legado que ha trascendido no solo en México sino también en el cosmos. Aunque falleció en 1943, su música sigue resonando, y en 2010, fue honrado póstumamente con el reconocimiento Juventino Rosas por la Sociedad de Autores y Compositores de México, consolidando su obra como un tesoro nacional que ahora se encuentra en un viaje por el cosmos hacia lo desconocido.
Este hito no solo celebra la vida y obra de Barcelata, sino también subraya la importancia de la música como un lenguaje universal capaz de cruzar fronteras y, potencialmente, conectar con otras formas de vida en el universo.