Las festividades de fin de año traen consigo momentos de unión, color y tradición. Entre ellas, la pirotecnia ocupa un lugar especial, iluminando cielos y marcando la llegada de un nuevo ciclo. Sin embargo, esta costumbre también tiene un lado oscuro: los graves efectos que causa tanto en las personas como en los animales, especialmente en nuestras mascotas.
El médico veterinario Gustavo Salazar Grosskelwing, experto en comportamiento animal, comparte una perspectiva clara y preocupante sobre el impacto que tiene la pirotecnia, no solo en términos de seguridad humana, sino también en la salud física y emocional de los animales de compañía.
Según el medico Salazar, las mascotas, particularmente los perros y gatos, son especialmente vulnerables a los estruendos provocados por los fuegos artificiales, "el porcentaje de animales que puede presentar episodios de pánico o fobias al ruido alcanza hasta el 38% de las mascotas", explicó.
Los signos más comunes incluyen taquicardia, jadeos, comportamiento de huida o ataque, parálisis, micción, defecación y vocalizaciones fuera de lo habitual, en casos extremos, los animales con problemas cardíacos no diagnosticados pueden experimentar descompensaciones graves que comprometan su vida.
El medico Salazar subraya la importancia de la prevención y el manejo adecuado para mitigar los efectos del ruido en los animales. Estas son algunas de las recomendaciones:
1. Consulta médica preventiva: Especialmente para animales mayores de seis años, realizar chequeos veterinarios que incluyan una evaluación cardíaca es fundamental.
2. Mantener la calma: Los propietarios deben mostrar una actitud tranquila y positiva durante los episodios de ruido. Las mascotas perciben la energía de sus dueños y encuentran en ellos una fuente de seguridad.
3. Proveer distracción: Jugar con las mascotas, mostrarles afecto, e incluso usar música relajante pueden ayudar a reducir su estrés.
4. Uso de productos especializados: Existen medicamentos y herramientas diseñados para controlar la ansiedad en mascotas. Es importante consultar a un veterinario certificado para determinar si son necesarios.
Aunque los fuegos artificiales son un desencadenante evidente, el medico Salazar señala que otras fuentes de ruido, como tormentas eléctricas, también pueden generar reacciones similares, "no creo que la solución radique en eliminar completamente estas actividades, porque los animales que reaccionan al ruido seguirán haciéndolo en otras circunstancias", comentó.
Por ello, el enfoque debe centrarse en el tratamiento adecuado del problema, combinando el esfuerzo de los dueños y los profesionales de la salud veterinaria.
Si bien las tradiciones son importantes, también lo es el bienestar de quienes comparten nuestras vidas, este Año Nuevo, el reto es encontrar un balance entre la celebración y la responsabilidad. La consulta con veterinarios certificados y el seguimiento adecuado pueden marcar la diferencia entre un episodio de ansiedad pasajero y un daño permanente para nuestras mascotas.
Porque detrás de cada celebración, hay una oportunidad para proteger a quienes dependen de nosotros.