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En un ambiente de emotividad, celebraron la toma de posesión del padre Octaviano Reyes Uribe
En un ambiente de profunda fe y emotividad, la comunidad católica de Yecuatla celebró la toma de posesión del padre Octaviano Reyes Uribe como nuevo párroco de la Parroquia de la Asunción, un momento que marca el inicio de una nueva etapa de acompañamiento pastoral.
La solemne Eucaristía de bienvenida fue un encuentro espiritual lleno de esperanza, donde la comunidad se unió en oración para recibir a su nuevo guía, el acto estuvo acompañado por varios sacerdotes del decanato, en un gesto de hermandad eclesial que reafirmó el compromiso de la Iglesia con sus fieles.
El encargado de presidir la ceremonia fue el padre Víctor Grajales y Lagunes, representante de Monseñor José Trinidad Zapata Ortiz, obispo de la Diócesis de Papantla, en su mensaje, destacó la importancia de la continuidad pastoral y la responsabilidad que conlleva el servicio a la comunidad.
Antes de dar paso a esta nueva etapa, los fieles expresaron su gratitud al padre José René Valero González, quien durante cinco años y medio se entregó con dedicación al fortalecimiento de la parroquia, su labor dejó una huella imborrable en la comunidad, que lo despidió entre lágrimas y aplausos, "nos enseñó a vivir nuestra fe con alegría y esperanza, siempre tendrá un lugar especial en nuestro corazón", compartieron algunos asistentes.
Por su parte, el padre Octaviano Reyes Uribe asumió su nueva misión con humildad y entusiasmo, compartiendo un mensaje lleno de fe y compromiso: "Trabajaremos para que Yecuatla vuelva a brillar en su hermosura, en su fe, en su esperanza y en su caridad. Ya con esta poquita de levadura, lograremos que el Reino de Dios siga manifestándose entre nosotros".
Sus palabras resonaron con fuerza entre los feligreses, quienes lo recibieron con confianza y alegría, convencidos de que su liderazgo espiritual será una bendición para la comunidad.
La llegada del nuevo párroco no solo marca el inicio de una nueva etapa para la Parroquia de la Asunción, sino que también reafirma la unidad y fortaleza de los fieles, quienes, con el corazón abierto, están listos para caminar juntos en esta misión de fe y esperanza.