Los sismógrafos son caros; sin embargo, quien se los robe no los podría siquiera vender
El vandalismo del que han sido objeto los equipos de monitoreo instalados en el volcán Pico de Orizaba impide que a la fecha se pueda tener un registro exacto de la actividad sísmica que se presenta ahí, señaló la vulcanóloga Katrin Sieron, investigadora del Centro de Ciencias de la Tierra de la Universidad Veracruzana.
En esta zona se contaba con tres sismógrafos que permitían ubicar el punto donde se generaba un sismo, pero uno de los equipos, la estación sísmica Halcón II, fue robado en el 2015 en la zona del municipio de Coscomatepec.
Esta una situación muy lamentable, la Halcón es la que todavía está, la otra estación tenemos el problema de que no recibimos los datos.
"Yo creo que ahí se podría resolver porque depende de Sierra Negra, entonces ahí recibimos una parte de día los datos y otra no, entonces no es completa. La otra sí fue vandalizada, fue robada y esa es una cuestión muy desafortunada”.
La vulcanóloga indicó que si bien ese equipo es costoso, a una persona no le sirve para nada pues no la pueden utilizar ni vender, porque es una tecnología que sólo permite conocer el movimiento de sismos en el volcán, entonces no tiene ninguna utilidad.
Sin embargo, comentó que su pérdida fue muy desafortunada pues afecta en el estudio que se realizaba para conocer la sismicidad del Pico de Orizaba como parte de los estudios que se realizan, y que finalmente el objetivo que tienen es proteger a la población.
Explicó que al no tener la información completa no se puede ubicar de dónde proviene un sismo y mínimo tienen que estar tres sismógrafos funcionando para ver de dónde viene el movimiento.
Invitó a los alcaldes y autoridades a que se informe al pueblo para ayuden a cuidar y respetar ese equipo, pues la información que de ahí se obtenga servirá para evitar afectaciones a la misma gente en determinado momento.