Kimberly-Clark de México explota 29 millones 959 mil 856 de metros cúbicos de agua en cinco regiones del país donde hay sobreexplotación y contaminación de los mantos acuíferos; entre ellas, Veracruz.
La cantidad de agua que explota la empresa liderada por Claudio X González Laporte, su hijo Claudio X González Guajardo y Valentín Diez Morodo, equivale aproximadamente a lo que consumen las 600 mil personas que viven en las ciudades más importantes del sur de Veracruz.
Esto, de acuerdo con el doctor Carlos Ávila Bello, investigador de la Universidad Veracruzana, entrevistado por Contralínea para su investigación “Kimberly-Clark explota más de 29 millones de m3 de agua en México”.
La empresa especializada en la elaboración de productos como: pañales, toallas femeninas, papel higiénico, servilletas, pañuelos, toallas para cocina, toallas de manos, tiene cinco títulos de concesión vigentes.
“Una de las implicaciones de este volumen de concesiones es que puede afectar la disponibilidad de agua para consumo humano”, destacó Ávila Bello.
La investigación del portal informativo detalla que los permisos fueron otorgados por las direcciones generales de los Organismos de la Comisión Nacional del Agua: Cuenca Golfo y Aguas del Valle de México Centro y las direcciones de Querétaro, Coahuila y Tlaxcala, que permiten la extracción de 10 millones 640 mil 140 de metros cúbicos de aguas superficiales y 19 millones 319 mil 716 de metros cúbicos de aguas subterráneas. Ello, desde 1994.
En Veracruz, Kimberly-Clark de México tiene el permiso 10VER130737/28FOOC15, que le permite extraer 10 millones 640 mil 140 metros cúbicos de agua, mismo que fue otorgado el 8 de enero de 2001.
“El tratamiento del agua en la región de Ixtaczoquitlán, donde se encuentra asentada una de sus plantas de Kimberly Clark, no es público: los pobladores de la región desconocen los procesos de uso y descarga al río Blanco, principal afluente a donde llega la empresa”, detalla la investigación periodística.
La investigadora del Centro de Investigaciones Tropicales de la Universidad Veracruzana (UV) Beatriz Torres Beristain detalló que se trata de una de las plantas más importantes en la zona centro de la entidad por el número de empleos que genera, pero también es una de las que se encuentran en el corredor industrial contaminante.
“Sabemos que las aguas de Kimberly Clark, como las otras industrias, se van a la planta depuradora que se llama Fideicomiso del río Blanco (Firiob), donde van todas las aguas industriales y las municipales de Orizaba, y finalmente caen al río Blanco, que tiene sus aguas súper contaminadas.
“[…] es un río muerto, ya no es un río que tenga vida acuática ni uso para pesca ni mucho menos. Sin embargo, tiene una importancia ecológica muy importante porque da humedad y alimenta muchos nacimientos de agua que van a algunas otras pequeñas comunidades”, dice la investigadora de la Universidad Veracruzana.”, respondió Torres Beristain.
Cabe mencionar que municipios como Nogales, Río Blanco, Orizaba, Ixtaczoquitlán y Córdoba tienen comunicación con el río Blanco.