Jaime Alejandro Alejo Sánchez, conocido artísticamente como Jimmy Kraviz, es una figura emblemática en el crucero de Misantla, donde realiza malabares y espectáculos de "shopperformance".
A pesar de la percepción generalizada, detrás de su trabajo callejero hay un individuo con talento, aspiraciones y desafíos, lo que ha compartido en entrevista.
Jimmy, junto con otras tres personas, ha convertido el crucero de Misantla en su escenario diario; ahí, realizan malabares, espectáculos y participan en eventos locales, llevando entretenimiento a conductores y peatones. Sin embargo, este estilo de vida tiene sus desafíos.
"Hemos tenido altas y bajas este año; afortunadamente diciembre nos ha favorecido con más gente en las calles debido a los aguinaldos", compartió Jimmy.
No obstante, lamentó la estigmatización que enfrentan por parte de algunos miembros de la comunidad.
"Algunas personas nos insultan y nos dicen que busquemos un trabajo 'real', pero siempre tratamos de mantener una buena cara y evitar problemas para no dañar nuestra reputación". Esta percepción errónea es algo con lo que él y su equipo lidian regularmente.
Jimmy, además de realizar malabares, es un rapero talentoso y activo en redes sociales; invitó a las personas a seguirlo en el perfil Jimmy Kraviz, donde comparte su arte y ofrece sus servicios para eventos.
El artista urbano expresó su deseo de buscar un trabajo adicional con más estabilidad y beneficios el próximo año; “esperamos que el año que viene mejore un poco más aquí en el trabajo, queremos buscar otro de medio tiempo, con seguro, para tener más estabilidad".
Jimmy Kraviz es mucho más que un malabarista callejero; antes de sumergirse en este estilo de vida estudió en el Tecnológico, aunque no pudo completar sus estudios debido a restricciones económicas.
Jimmy Kraviz proporcionó su número telefónico, el 235 107 52 54 para que lo contacten para cualquier tipo de espectáculo o evento.
Jaime Alejandro Alejo Sánchez es un artista que enfrenta los desafíos de su profesión con determinación; más allá de los malabares, su historia destaca la importancia de no juzgar a las personas y reconocer el talento y la perseverancia.