En el marco de su celebración, el sacerdote Helkyn Enríquez Báez, de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en Río Blanco, bendijo el agua de San Ignacio de Loyola, misma que será donada a la feligresía católica como un signo sacramental por el que se invoca la salud de alma y cuerpo.
El presbítero aseguró que San Ignacio de Loyola fue fundador de la Compañía de Jesús orden a la que pertenece el actual Papa Francisco, por lo que su espiritualidad, que se concreta en los Ejercicios Espirituales, es un patrimonio de la iglesia.
Informó que estas botellas pequeñas de agua de San Ignacio, serán donadas para quien lo solicite.
Recordó que el agua bendita de San Ignacio de Loyola ha sido usada por los fieles desde hace muchos años muy antiguo, ya que es un sacramental por el que se invoca la salud de alma y cuerpo.
Señaló que las noticias más antiguas de la Compañía de Jesús respecto a esta devoción, datan del siglo XVII. Consta que desde ese tiempo el uso del Agua de San Ignacio era ya general tanto en Europa como en Asia y en otras partes.
Asimismo señaló que la rúbrica inicial era sumergir en el agua una reliquia o medalla de San Ignacio, quien murió en el señor el 31 de julio de 1556.
Tambien recordó que su Santidad Beato Pío IX, por medio de un decreto de la Sagrada Congregación de Ritos del 31 de agosto de 1866, fijó de manera definitiva y autorizada el modo y las oraciones con que se bendice el agua de San Ignacio de Loyola.
Dijo que en virtud de esta aprobación de la Iglesia, el agua de San Ignacio es un sacramental que, por intercesión de San Ignacio, se puede obtener una gracia particular para el cuerpo o para el alma.
Por último, señaló que para recibir los saludables efectos del agua de San Ignacio basta, con fe y confianza en el Señor, beber un poco de esta agua bendecida.