Pese a los festejos decembrinos, los prestadores de servicio del transporte público de Misantla no han visto buenos ingresos, a tal grado que ni con el regreso a clases, con el que esperaban obtener ganancias, no fue así, lo que puede traer consecuencias y que algunas unidades queden varadas.
A pesar de que se tiene más movilidad en el municipio, transportistas han manifestado que son pocos los ingresos, a esto se suma que son pocos los alumnos que acuden a las instituciones escolares, y lo que esperaban les ayudara a mejorar su ingreso no ocurrió; al mismo tiempo, el alza en los combustibles ha sido un factor importante, por lo que no llegan a conseguir la cuenta que algunos concesionarios piden a los choferes.
Esta situación la padecen los más de 400 trabajadores del volante en el municipio; algunos, durante los dos años de pandemia del SARS CoV-2, tuvieron que parar sus unidades, pues al día sacaban en promedio 200 pesos, lo que no garantizaba la compra de combustible y refacciones, mucho menos para el gasto familiar.
Algo semejante viven las más de 150 camionetas en modalidad de taxi rural mixto y que viajan hacia las diversas localidades de Misantla; en ciertos momentos tuvieron que ajustar algunas corridas y sus ganancias se redujeron por las estrictas medidas sanitarias que implementara Transporte Público, pues si no cumplían corrían el riesgo de ser multados.
A este sector también les afectó el que muchos alumnos no retornaron a clases, así como los profesores, intendentes y secretarias que con anterioridad se trasladaban a sus centros de trabajo.
Ahora están resistiendo la cuesta de enero, pues al no haber ingresos, son las esposas de quienes operan estos transportes quienes deben de luchar para poder estirar las pocas ganancias que llegan.
Cabe destacar que mucho se anunciaron en su momento apoyos para este sector, los cuales llegaron a muy pocos elegidos.