Las expropiaciones de terrenos que se han dado en el sur del país por el megaproyoecto del Tren Maya solo evidencian lo que las comunidades originarias que siempre se han opuesto habían señalado: que ese es un proyecto que no es para el desarrollo, indicó Jairo Guarneros Sosa, adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.
Señaló que incluso integrantes del sector turístico, que estuvieron de acuerdo con ese proyecto y que lo celebraron, hoy están viendo lo que realmente va a suceder.
“Desde tres años, en la última conmemoración del primero de enero, el discurso del subcomandante insurgente Moisés, en Chiapas, fue muy claro y duro por una demostración de fuerza de los insurgentes, no de las bases de apoyo, sino de los insurgentes, en donde hacían referencia al Tren Maya y las afectaciones que les causaría no sólo a las comunidades originarias sino a la propia selva. En este sentido, el EZ marcó su posición hace tiempo y fue no al Tren Maya, un proyecto neoliberal aunque el Presidente diga que no”, expuso.
Guarneros Sosa destacó que esto originó que el Congreso Nacional Indígena se manifestara en ese mismo sentido, al igual que organizaciones indígenas de Yucatán, que son las que han estado resistiendo y señalando las afectaciones no solo hacia las comunidades, sino al ambiente de manera impresionante, que ese proyecto de interés del gran capital va a generar.
Agregó que las expropiaciones que afectan al sector turístico han hecho que ya algunos empiecen a ver lo que implica, y el hecho de que parte de la construcción de ese proyecto se haya cedido al Ejército es una señal muy fuerte para las comunidades que están resistiendo.
El adherente de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona indicó que la ruta que hoy siguen es la legal a través de la promoción de amparos haciendo ver la ilegalidad de las asambleas que se convocaron en su momento en comunidades y que fueron totalmente amañadas y que en otras más ni siquiera se realizaron.
Consideró que si se van cerrando más las opciones de la gente para manifestar su desacuerdo, se entraría a un escenario más complicado y preocupante.