Aunque la tasa que se tiene de supervivencia de los pinos hartwegii que se han sembrado en el Parque Nacional Pico de Orizaba es buena, los integrantes del Fondo Ambiental Pico de Orizaba (FAPO) han visto que hay un alto número de arbolitos que han sido robados, indicó José Manuel Estrada Trejo, integrante de esa agrupación.
Mencionó que fueron mil pinos de esa especie los que se sembraron en una primera etapa, de los cuales el 70 por ciento pegaron sin mayores problemas pero el resto se perdió no porque se haya secado, sino porque los arrancaron.
Indicó que en los lugares donde estaban quedaron únicamente los huecos, lo cual no tienen duda en que solo fue algo doloso pues es un pino que difícilmente pegará en otro lado, ya que las condiciones que requiere son especiales por la altura, pues es la única especie que prospera a mayor altitud en el planeta.
“Ahora no solo hay que enfrentarse a la tala, al pastoreo, al crecimiento lento propio de esta especie; ahora hay que sumarle que los arrancan y se los llevan”, indicó.
Detalló que se está hablando de que de cada 10 pinos que se sembraron tres fueron arrancados, lo cual es muy lamentable pues cada especie tuvo que pasar un periodo de dos años de cuidados en viveros antes de estar lista para sembrar.
Ante ello consideró que el gobierno debería implementar políticas de vigilancia no solo para evitar la tala de árboles, sino también para cuidar que personas desconocidas no arranquen lo que se está reforestando.