Pobladores de Coetzala participaron en la celebración del Domingo de Ramos desde las puertas de sus casas, mientras el párroco del lugar caminó por las calles bendiciendo las palmas.
A la hora en que sería la celebración por el Domingo de Ramos, el padre Delfino Valencia Escudero salió a la calle acompañado por un vehículo con sonido, desde donde fue dando lectura al Evangelio de San Marcos, mientras que en cada casa salían las familias a las puertas con sus palmas para recibir la bendición.
"A medida que Jesús se acerca a Jerusalén, cada vez se encuentra con más gente. Muchos ponen sobre el camino sus mantos, y otros, ramas de los árboles o de los campos". La multitud grita: bendito el que viene en el nombre de Yahvé, bendito el reino que viene, el reino de nuestro padre David.
En sus ruegos, la población pidió al Señor que los proteja de todo mal y de toda enfermedad, como la pandemia que hoy afecta a todos los países del mundo.
Tras el paso del sacerdote, la gente regresó a su casa.