Un conflicto en torno a la Casa de Cultura El Calvario de Misantla ha surgido en medio de un desalojo llevado a cabo por un comité externo que opera desde la Ciudad de México; el desalojo se efectuó poco antes de que la Casa de Cultura cumpla 30 años de servicio en la comunidad.
La Casa de Cultura de El Calvario, que ha sido un punto de referencia para la comunidad durante tres décadas, fue el resultado del esfuerzo de muchos jóvenes que trabajaron para establecerla, en ese momento, el entonces gobernador Patricio Chirinos otorgó los permisos para su creación, sin involucrar al Ayuntamiento.
El control de la Casa de Cultura se ha transferido a la Asociación Civil ASODEREMI y al Ayuntamiento de Misantla, y el desalojo se llevó a cabo luego de levantar un acta ante un notario; sin embargo, Aline García Díaz, directora de la Casa de Cultura, argumenta que este desalojo carece de las formalidades legales adecuadas.
García Díaz calificó el desalojo como ilegal y alegó que nunca se le notificó sobre este proceso, señaló que la notificación se envió a la Asociación Civil ASODEREMI, la cual afirma ser la entidad responsable de la creación de la Casa de Cultura.
La directora expresó su preocupación por el destino de los numerosos grupos y organizaciones que utilizan las instalaciones de la Casa de Cultura, entre estos grupos se encuentran la universidad Campus CESM, el Ballet NIMBE, el equipo de ajedrez, el de taekwondo, entre otros.
La situación ha generado incertidumbre entre la comunidad, ya que no está claro qué ocurrirá con las actividades culturales que dependen de este espacio, además, se cuestiona si la Asociación ASODEREMI cuenta con los títulos de propiedad legítimos del edificio.
El conflicto ha despertado un debate sobre la importancia de que las instalaciones culturales sean gestionadas por la comunidad local y no por entidades externas, las autoridades municipales han tomado posesión del edificio, pero aún no se han involucrado autoridades judiciales en el conflicto.
Este caso ha suscitado numerosas preguntas y preocupaciones entre los ciudadanos y las organizaciones culturales de Misantla, y se espera que se desarrolle un diálogo y un proceso legal para resolver el conflicto en torno a la Casa de Cultura El Calvario.