El olor a incienso de copal, música, flores, adornos, juguetes, comida y hasta pastel llenó el aire, cuando decenas de habitantes de las Altas Montañas y municipios del centro de Veracruz visitaron las tumbas de sus seres amados, cumpliendo con la tradición del Día de Muertos.
Decenas de comerciantes repuntaron sus ventas; los vendedores de flor de cempasúchil la comercializaban desde los 20 pesos hasta rollos de 100; mientras que las coronas oscilaban de 70 a 150 pesos, según el gusto de cada cliente.
Vendedores de antojitos mexicanos, elotes, memelas, tacos de barbacoa, carnitas y pollo ofertaban sus productos a quienes, al concluir o iniciar su visita al camposanto buscaban algo para comer.
Durante la mañana y parte de la tarde de este 2 de noviembre se percibió un viento frio, pues la temperatura alcanzó los 14 grados pero sin lluvia, lo que ayudó a que las familias acudieran a los cementerios de Río Blanco y Nogales.
Como es tradición, los asistentes limpiaron los sepulcros, aunque también había panteoneros que pedían una cooperación para ayudarles en el mantenimiento de limpieza y pintura.
Los camposantos fueron resguardados por elementos de la Policía Municipal, Tránsito Estatal y personal de Protección Civil con la finalidad de salvaguardar la integridad y seguridad de los asistentes.
Personal de las direcciones de Servicios Municipales, Panteones, Agua Potable y Comercio realizaron trabajos de mantenimiento, chapeo y fumigación para que estos espacios estuvieran sin criaderos de zancudos, garantizando espacios libres de dengue.