Dado a la experiencia de años anteriores, comerciantes asentados en el margen del río Coatzacoalcos tuvieron el tiempo necesario para poner a salvo la diversa mercancía que ofrecen a sus clientes, por lo que las pérdidas que reportan son menores.
“Fueron 15 días que no tuvimos actividad laboral, ya estamos empezando a trabajar a partir de hoy, ya realizamos las actividades de limpieza, lavando nuestras banquetas y nos falta lavar parte de la calle”, explicó Felipe Galán, comerciante de ropa.
Enfocó los daños materiales en algunas estructuras de metal que utilizar para exhibir la mercancía, aunque en respuesta laboran para dar el mantenimiento preventivo y correctivo.
De igual manera, se enfocan en pintar los locales que estuvieron con agua durante más de dos semanas, detallando que en este 2022 la inundación fue lenta y les permitió reaccionar de forma inmediata.
“Son 15 días en los que no vendemos y no contamos con logística, entonces el agua y la humedad nos afecta en este caso nosotros que vendemos ropa”, subrayó Felipe Galán, al mencionar que tienen temor ante la proliferas lluvias que se aproximan en este mes de octubre y noviembre.
Y aunque el río Coatzacoalcos no se desbordó como tal, hubo anegamientos en calles Madero, Carranza y Riverol, lo que obedece a las filtraciones del muro de contención, sin haber conocimiento de algún apoyo o asistencia gubernamental.