Con aplausos, porras y la canción de Amigo, entre otras, fue despedido el padre Manuel Granillo Prado la tarde de este domingo.
El sacerdote, quien falleció a los 60 años producto de complicaciones de enfermedades que lo aquejaban desde hacía varios años, desempeñó varios cargos durante su vida sacerdotal de 26 años.
El padre Manuel Granillo Prado fue rector de la Rectoría de Nuestra Señora de Guadalupe en la comunidad de Ayojapa, Zongolica; también director diocesano de Misiones, así como vicario del Sagrado Corazón de Jesús, en Orizaba, y vicario de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, de Ixtaczoquitlán.
El sacerdote era hijo de Filiberto Granillo López y Julia Prado Peredo y nació el primero de julio de 1964 en la ciudad de Coatepec, Veracruz. En 1987, a los 23 años, ingresó al Seminario Interdiocesano de Xalapa y en 1998 fue ordenado diácono y ese mismo año, sacerdote.
Para despedirlo se hizo una procesión que marchó con su féretro a la cabeza por calles del municipio hasta llegar a la parroquia de Ixtaczoquitlán, en donde el obispo Eduardo Cervantes Merino, acompañado por otros sacerdotes, ofició la misa de cuerpo presente.
Uno de los hermanos del padre Manuel dirigió unas palabras de agradecimiento a la población por haberle abierto las puertas a su hermano.
Cabe mencionar que el último deseo del padre fue ser enterrado en los jardines de la parroquia, por lo que ahí se le dio cristiana sepultura.