En el marco del 148 aniversario luctuoso de Benito Juárez García, representantes de logias masónicas depositaron una ofrenda floral ante la estatua del prócer, de quien señalaron fue un parteaguas en la separación de la Iglesia y el Estado y que marcó el inicio del México moderno.
“Benito Juárez, en su momento, es el parteaguas en la separación Iglesia-Estado y al mismo tiempo es el nacimiento del México moderno como lo conocemos”, señaló Azur Mendoza Contreras, diputado por el séptimo distrito masónico.
Recordó que cuando Juárez García llegó al poder en el país había guerras internas y faltaba un acomodamiento social, pero con las Leyes de Reforma dio el camino a seguir en esa etapa postrevolucionaria.
No obstante, remarcó que este presidente masón no fue el único ideólogo de la Reforma.
Mencionó que a Juárez se le reconoce su trayectoria al ser una persona de raíces indígenas humildes que remontó al cargo más importante en el país.
Señaló que si bien contra Juárez hubo una andanada de críticas por parte del sector conservador al afectar a la institución católica, éstas se polarizan con el tratado McLane Ocampo, a pesar de que éste nunca se ratificó ni en el Congreso estadounidense ni en el mexicano.
Refirió que hoy en día Juárez García, junto con Porfirio Díaz y Lázaro Cárdenas del Río, está considerados como uno de los tres grandes presidentes del país.
Reconoció que hoy en día hay quienes denostan su figura y ensalzan a Porfirio Díaz, quien además de ser masón sin duda también es una figura importante en la historia del país por darle el impulso económico necesario.
Refirió que si bien Díaz fue denigrado por los gobiernos priistas y hasta la llegada de los neoliberales, se debe reconocer que falló en la cuestión social, cuando a través del gobernador Teodoro A. Dehesa ordenó reprimir toda manifestación laboral, pero es innegable que dejó en México una infraestructura importante.
Mendoza Contreras, junto con Ambrosio Jiménez Montuy, presidente del Ateneo Cultural y Recreativo de Orizaba A.C.; Arturo Navarrete, venerable maestro de la Respetable Logia Urania Número 10, e Ignacio López, de la Respetable Logia Pluvius Número 62, colocaron una ofrenda floral en la estatua a Juárez y también montaron una guardia de honor.