La síndica y regidores de Ixtaczoquitlán informaron en rueda de prensa que no aprobaron la Cuenta Pública 2023 ni el Plan de inversión 2024, debido a que no hay información en torno a las obras que el ayuntamiento pretende realizar.
Además, de que no ven que haya proyectos para atender el gran problema social del agua.
"No es una negativa a no aprobar por no aprobar. Queremos que se atienda la parte social del agua que es un reclamo generalizado", indicaron la síndica Enriqueta Aparicio Trujillo y los regidores Gilda Salinas, Oscar Maciel Dorantes, Roberto González, José Manuel Lobato y María de los Ángeles Hernández Ochoa.
Aparicio Trujillo destacó que en la sesión de Cabildo a que convocó el alcalde Nahum Álvarez Pellico este viernes le remarcaron su disposición a dialogar para dirimir las diferencias.
Pero, dijo, también necesitan que se les tome en cuenta y se le brinde información en torno a las obras, pero éste mantuvo su cerrazón.
Destacó que el monto aprobado del ejercicio anterior es por 403 millones de pesos, en donde ven obras no concluidas y de mala calidad, mientras que hoy se plantea un gasto de alrededor de 100 millones de pesos.
El alcalde, aseguran, quiere que firmen algo en donde ni siquiera se detallan qué obras se consideran, lo que les hace presumir irregularidades.
A su vez, el regidor Roberto Trinidad González mencionó que en un levantamiento físico que hicieron de las obras más importante del 2023 encontraron diversas anomalías.
Por ejemplo una electrificación en Lagunilla, en donde no se justifican dos millones de pesos pues los presupuestos marcados no corresponden a lo realizado.
Por su parte, el regidor Oscar Maciel Dorantes apuntó que los ciudadanos deben saber que a pesar de que son mayoría los ediles que no han aprobado las cuentas y varios temas del ayuntamiento, el alcalde hace lo que quiere con la complicidad de los órganos competentes.
Afirman que ya acudieron al Congreso y a la Auditoría Superior de la Federación, y parece que lo están protegiendo o bien “en contubernio total”.
"Los ediles no somos dueños, somos administradores, y les tenemos que dar cuentas claras a los ciudadanos, aunque hasta ahorita no se ha hecho y en cuestión jurídica tanto la acción como la omisión tienen consecuencias jurídicas", resaltó.
La regidora Gilda Salinas mencionó que ante las irregularidades que hay en noviembre pasado tomó la decisión de “no seguir solapando” al presidente municipal y así no traicionar al pueblo.
Agregó que se presume un uso discrecional de los recursos del ayuntamiento ya que no se les informan los ingresos de nada como, por ejemplo, la tienda de insumos agrícolas.
Dijo que incluso el alcalde les restringió el uso de los vehículos del ayuntamiento, en donde tienen uno a disposición de los regidores para atender sus comisiones, pero ahora ya dio la instrucción de que les retire y, afirman, los amenazó con interponer denuncia por esa unidad.
Al hacer uso de la palabra, el regidor José Manuel Lobato mencionó que entre las irregularidades está el que no se aprobó el Consejo de Desarrollo Municipal, pero como el alcalde ya no hace caso del cabildo mantiene a esas personas "en funciones" que siguen firmando documentos.
Por ello, en su momento, también tendrán que afrontar las consecuencias legales de esos actos.