El Gobierno de Veracruz, bajo la administración de Cuitláhuac García Jiménez, enfrenta acusaciones por el desvío de más de 5 mil millones de pesos a través de una red de 227 empresas fantasma.
De acuerdo con un amplio reportaje de Excélsior, este esquema de corrupción de quien se ha autoproclamado como el ´mejor gobernador de Veracruz´, ha afectado áreas cruciales como la salud, la educación y el desarrollo social en el estado. Nada pide a sus antecesores priistas y a panista.
¿Cómo operaba el esquema de empresas fantasma? De acuerdo con informes del reportaje de Excélsior, hasta el 80% de los contratos públicos habrían sido canalizados hacia un grupo reducido de empresas ficticias.
Muchas de estas compañías tienen domicilios registrados en casas particulares en colonias populares, sin actividad comercial real.
Las empresas fueron creadas principalmente entre 2019 y 2022, coincidiendo con el periodo de la actual administración estatal.
Mediante una compleja estrategia de ingeniería contable, el gobierno estatal habría utilizado estas empresas para redirigir fondos públicos sin un control efectivo.
Las investigaciones señalan que al menos 52 de las 227 empresas fantasma fueron utilizadas por la Secretaría de Salud, que concentró cerca de 5 mil millones de pesos en contratos asignados a cinco empresas clave.
Uno de los casos más notorios en esta red de corrupción involucra a Araly Rodríguez Vez, una profesora de secundaria en Poza Rica, que recibió contratos por más de 100 millones de pesos sin tener experiencia en la proveeduría de bienes y servicios.
De acuerdo con el diputado local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Marlon Ramírez Marín, la profesora de secundaría puede ser una pieza más de la estructura creada para el desvió de recursos públicos qué hasta el momento no han sido aclarados.
"Resulta que una maestra que ganaba 7 mil pesos, le entregaron contratos por 100 millones de pesos de pesos, 60 en la Secretaría de Salud, 40 de la secretaría de Seguridad Pública, en una vende uniformes, en otra, vendía implementos, batas, implementos para para doctores y adicionalmente vendió despensas".
A través de adjudicaciones directas, Rodríguez fue beneficiada con contratos para la venta de uniformes, insumos médicos y despensas, a pesar de que sus ingresos como docente apenas superaban los 9 mil pesos mensuales.