La erosión fluvial del río Agua Dulce, ha provocado el colapso de algunas construcciones, por lo que hay miedo entre la población de quedar atrapado entre el concreto y fierros retorcidos.
La erosión de las riberas es el proceso de desprendimiento de los granos materiales que constituyen las orillas de los ríos bajo efecto del agua, por no lo nada tiene que ver con actividades relacionados con el dragado.
La fuerza de la corriente ha socavado y con ellos debilitado los cimientos de los inmuebles, los cuales están cayendo al caudal, terminando en un par de segundos con el patrimonio de los afectados.
Hace algunas semanas, los vecinos de la avenida Madero, a la altura de las oficinas de Telmex, escucharon un fuerte estruendo, que al observar lo que había ocurrido, se sorprendieron cuando dos pisos de un inmueble cayeron a consecuencia de la erosión.
El inmueble que se derrumbó se encontraba desocupado, ya que era rentado como centro nocturno, pero debido a la pandemia se cerró definitivamente, por lo que no hubo personas lesionadas pero los cuantiosos daños materiales son mayores.
Los propietarios se quedan sin su patrimonio, debido que es arrastrada por la corriente, ya que donde se encontraban su terreno ahora es parte del río.
Al menos cuatro comercios podrían correr el mismo riesgo en caso que no se refuerce los cimientos, que a decir de algunos vecinos, ya están presentando un ligero declive.
Los locales donde se venden hojaldras, aparatos eléctricos, entre otros artículos, atienden sobre la parte frontal, debido que el patio trasero representa un verdadero peligro.
Según especialistas, existen diversas alternativas para tratar de detener la erosión, sin embargo, la obra hidráulica sería millonaria.
Algunos de los planteamientos son la de reducir el flujo del agua creando barreras naturales desde la parte superior de la cuenca hidrográfica hasta los terrenos más bajos además de repartir el agua creando canales para dividirla y dirigirla donde fluye.
Lo cierto es que se requiere un estudio de suelo y factibilidad para conocer los mecanismos que se requerirán para detener la erosión de las casas, las cuales se están “quedando en el aire”.