Cientos de fieles celebran misa en honor a San Ignacio de Loyola en Misantla

Cada año, esta tradición atrae a numerosos fieles a la Parroquia de la Asunción de Misantla

En la histórica parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, cientos de fieles se congregaron para participar en una tradición profundamente arraigada: la bendición del agua en honor a San Ignacio de Loyola, esta ceremonia, no solo es un acto de fe, sino también una celebración de la comunidad católica local en torno a su santo patrono.

El cura don Lorenzo Rivas Fuentes, compartió la importancia del agua bendita en la vida de los católicos: "El agua bendita es un sacramental que utilizamos para santificar nuestros hogares, trabajos y espacios personales, en el caso del agua de San Ignacio, se introduce una medalla del santo, lo que añade un sentido especial de protección y fe."

La tradición sostiene que esta agua, con la medalla de San Ignacio de Loyola, tiene un poder exorcizante simbólico, sin embargo, el Padre Lorenzo enfatizó que no debe verse como un amuleto, sino como una preparación espiritual para recibir la gracia divina, "es un recordatorio de nuestra conexión con Dios y su intercesión en nuestras vidas", explicó.

La ceremonia culminó con una misa solemne, durante la cual los recipientes de agua fueron bendecidos y los feligreses participaron en un rito de oración. 

"La gente puede utilizar esta agua en sus casas, rociarla en sus pertenencias o en su lugar de trabajo, es una manera de invitar la presencia de Dios a sus vidas diarias", añadió el Padre Lorenzo.

Cada año, esta tradición atrae a numerosos fieles, muchos de los cuales llegan con garrafones de agua para ser bendecidos, "es un acto de fe que nos ayuda a enfrentar las adversidades de la vida moderna y nos conecta con nuestras raíces espirituales", comentó uno de los asistentes.

La bendición del agua de San Ignacio de Loyola en Misantla es más que un ritual; es una reafirmación de la fe comunitaria y una celebración del legado de uno de los santos más influyentes de la Iglesia Católica, a través de este acto, los feligreses buscan no solo la protección divina, sino también un renovado sentido de paz y esperanza en sus vidas.