Católicos celebran a la Virgen de Guadalupe en Misantla

Católicos encabezaron una procesión de la Virgen de Guadalupe por las calles de Misantla

En el seno de la comunidad misanteca, la devoción y el fervor mariano se manifestaron en toda su plenitud este martes, doce de diciembre, durante la celebración del misterio de la aparición de Santa María de Guadalupe, en una jornada cargada de espiritualidad, la ciudad recibió el fuego guadalupano, símbolo sagrado de bendición y protección.

La solemne procesión, encabezada por antorchistas y ciclistas, atravesó las calles de Misantla, llevando consigo la llama sagrada que ilumina los corazones de los fieles, al llegar al bulevar Manuel Ávila Camacho, un cálido recibimiento aguardaba a aquellos portadores del fuego guadalupano, que luego se desplazaron por las calles centrales de la ciudad.

En un acto de profunda fe, numerosos creyentes se acercaron para solicitar una porción del fuego, llevándolo consigo a sus hogares como símbolo de la presencia divina, la parroquia central de Nuestra Señora de la Asunción, magníficamente adornada para la ocasión, acogió a los fieles en una Misa de acción de gracias, presidida por el venerable cura Joaquín Sánchez García.

Durante la homilía, el padre Joaquín destacó la trascendencia espiritual de Santa María de Guadalupe, la cual se erige como un faro de amor divino hacia México y Latinoamérica, expresó que la presencia de la Virgen ha guiado a numerosas almas hacia la comprensión más profunda de la vida y obra de su hijo, Jesús.

Con emotivas palabras, el sacerdote lamentó que algunos no hayan captado la magnitud del amor divino manifestado a través de la imagen de la Virgen de Guadalupe, en un llamado a la reflexión y la introspección espiritual, pidió a la comunidad a reconocer y abrazar el amor incondicional que Dios brinda a cada individuo.

La jornada concluyó con la entrega del fuego guadalupano a la comunidad, marcando el inicio de la festividad de la Virgen de Guadalupe en Misantla, en esta temporada especial, la ciudad se viste de fe y devoción, recordando la importancia de la presencia divina en la vida de cada creyente.