Bajas temperaturas dejan estragos en el campo veracruzano: Sedarpa

En entrevista con Carlos Felipe de Jesús González Melgarejo, extensionista de Sedarpa, se abordó el impacto de las recientes bajas temperaturas en la producción agrícola, revelando las consecuencias adversas que enfrentan los productores de diversos cultivos.

González Melgarejo explicó que las bajas temperaturas están vinculadas a la proliferación de hongos y al estrés climático, lo que ha provocado la caída significativa de frutas y ha afectado la nutrición de los árboles, generando una descoloración amarillenta en la vegetación.

El extensionista destacó que los cultivos más perjudicados por estas condiciones climáticas son la naranja tardía y el café, en el caso de la naranja, además de la amenaza del Huanglongbing (HLB).

Las bajas temperaturas han provocado una importante caída de frutas debido a la aparición de hongos; en el café se manifiesta en la aparición de ojo de gallo, mancha de hierro, caída de hojas y una disminución en la producción.

La apicultura también se ve afectada, ya que el uso de agroquímicos, según González Melgarejo, está disminuyendo la vida de las abejas, cruciales para la polinización y, por ende, para la producción de miel.

Destacó la importancia de migrar hacia una agricultura agroecológica, evitando el uso de productos químicos que afectan la salud de estos polinizadores.

En respuesta a esta problemática, el extensionista mencionó que el Gobierno del Estado promueve la transición de una agricultura tradicional a una agroecológica y se fomenta el uso de insumos amigables con el medio ambiente.

Entre estos están la ceniza, cal y azufre, para controlar plagas y enfermedades sin perjudicar a las abejas y al entorno.

González Melgarejo invitó a los productores a acercarse a los técnicos extensionistas, quienes ofrecen asesoría gratuita; además, destacó la colaboración con escuelas campesinas y el respaldo del Gobierno estatal para brindar orientación sobre prácticas agroecológicas y el uso adecuado de insumos.

Ante los desafíos climáticos, la llamada es clara: adoptar prácticas agroecológicas, proteger a las abejas y preservar la salud del suelo y la vegetación.

La agricultura sostenible se erige como la respuesta ante un escenario que demanda medidas urgentes para asegurar la prosperidad a largo plazo de los productores.