Son una variedad de problemas que van desde flemas en los pulmones hasta dificultades motrices y con la memoria
Debido a que el COVID-19 es una enfermedad nueva, las secuelas que ha dejado son de diferentes tipos y afectan desde los pulmones hasta la motricidad y la memoria, por lo que en el Centro de Rehabilitación Integral de Orizaba (CRIO) se apoya a la población que se acerca para atenderse, indicó Angélica Navarro Andrade, directora del lugar.
Mencionó que en 2020, tras el inicio de la pandemia hubo muchas personas con afectación en los pulmones, por lo que se solicitó un equipo especial para ayudarles a expulsar las flemas.
Comentó que posteriormente se ha recibido a pacientes con atrofias musculares, problemas de memoria, por lo que se les ayuda con terapias de rehabilitación tanto para fortalecer sus músculos como para que activen su cerebro.
Indicó que hay una variedad de secuelas pero se ha sabido poco a poco de ellas porque el COVID-19 es una enfermedad nueva.
La directora del CRIO comentó que además de dar esa atención a los pacientes que padecieron el SARS-CoV-2 también se trabaja con el resto de la población que acude por otros problemas.
“La pandemia nos dejó fuera de combate durante meses, la gente comenzó a acudir con mucho miedo porque necesitaba recuperarse, pero luego salieron las vacunas y le dieron cierta seguridad a la gente, que ha ido perdiendo el miedo, reincorporándose a sus terapias o bien traído a sus hijos a ellas”, apuntó.
Andrade Navarro mencionó que actualmente el CRIO se encuentra trabajando al 100 por ciento de su capacidad.