El año 2023, en el que se esperaba una recuperación económica para la zona metropolitana de Poza Rica con el fin de la pandemia del coronavirus, se ha convertido en uno de los más complicados por el tema de inseguridad que se vive y que ha obligado al cierre de diversos establecimientos.
“Se terminó la pandemia del coronavirus pero nos quedamos la de la violencia, esa no se ha podido erradicar y la verdad nos está afectando a todos también”, expresó uno de los empresarios de la avenida 20 de Noviembre.
Justo en esa avenida el pasado fin de semana se registró un ataque armado que dejó varias personas lesionadas en el restaurante bar Cotorritos que un día después anunció, junto con el antro Barezzito, el cierre temporal.
Los prestadores de servicios están sumamente preocupados ante esta complicada situación, pues hay condiciones de riesgo que están obligando a la pérdida de fuentes de empleo.
Uno de los dirigentes empresariales del sector, que pidió omitir sus datos, subrayó que aunque dan un voto de confianza a las autoridades sobre las acciones para garantizar la seguridad actualmente hay mucha preocupación e incertidumbre.
Enfatizó que como empresarios han buscado apoyar a la ciudad como generadores de fuentes de empleo, pero con las condiciones de inseguridad se limita.
Mencionó que no solamente en la avenida 20 de Noviembre han cerrado negocios, pues en esta última semana al menos otros cinco restaurantes y bares de la zona conurbada de Poza Rica y Tihuatlán han dejado de funcionar, y al menos 50 empleos están ‘en pausa’.
Tanto en Poza Rica como en Tihuatlán las autoridades locales ajustaron horarios y revisiones para que bares, expendios de cervezas y antros puedan funcionar.
Los primeros ataques armados en esta zona se registraron en bares de colonias y comunidades populares de Poza Rica, Tihuatlán y Papantla, y aunque hubo consecuencias sangrientas la ciudadanía seguía saliendo, en especial a la zona de 20 de Noviembre.
Sin embargo, después de los hechos violentos del fin de semana, la asistencia a este tipo de negocios ha bajado considerablemente, y taxistas reportan una baja en la demanda de servicios en el horario nocturno.
“Antes de lo de Cotorritos la gente aún seguía saliendo, no igual pero sí teníamos trabajo, ahora en estos días ya luego de los balazos casi no está saliendo; en la noche ya como a las 11 no hay casi pasaje.
“Hay miedo. Antes uno se quedaba afuera de un bar y salían el pasaje, pero ahora ya da miedo pararse”, comentó un taxista.
Uno de los dirigentes del gremio taxista en Poza Rica manifestó que los hechos violentos les preocupan porque los ponen en peligro e internamente han reforzado algunas medidas de autoprotección.
Recomendó a usuarios que solicitan servicio libre a que se comuniquen directamente a los radio taxis de sindicatos, y siempre informen sobre el número de unidad que abordan.
Autoridades municipales y estatales han resaltado que no hay “toque de queda”, y los eventos masivos que se tienen programados en la región siguen en marcha y piden a la población “no entrar en psicosis”.
Sin embargo, en redes sociales se siguen difundiendo supuestos mensajes que advierten de más hechos violentos, lo mismo en cadenas de WhatsApp.
Recientemente, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez indicó que todos los ataques y hechos violentos que se han registrado en la zona son relacionados con disputas de bandas delictivas por la venta de droga.
En los últimos días también han aumentado índices de intentos de extorsión, sobre todo a empresarios a quienes es ofrecen supuesta protección, por lo que autoridades han exhortado a no caer en los engaños y reportar ante las instancias correspondientes.
El panorama para Poza Rica es preocupante. La otrora capital petrolera sigue en una recesión económica que comenzó con el declive en la industria petrolera, se agudizó con la pandemia del coronavirus y se está acrecentando con la situación de inseguridad.