Debido a la falta de policías municipales en Orizaba, el comercio informal ha regresado a la zona centro de la ciudad.
Sobre este tema, Maximino Antonio Jiménez, integrante del Frente Popular Revolucionario (FPR), señaló que de entrada los policías son trabajadores igual que los vendedores informales y se ven en la obligación de respetar a sus jefes.
“Como trabajadores de la calle sentimos que hay más tranquilidad. No quiero decir que la Policía Estatal sea buena”, aclaró.
Antonio Jiménez indicó que las acciones violentas en que incurren los policías es por la implementación de los reglamentos, que son los que afectan los derechos de tránsito, de trabajo.
Comentó que para los vendedores ambulantes la situación está más tranquila porque pasa la Policía Estatal y no se mete con ellos, mientras que los inspectores de Comercio, al no contar con la policía municipal no les dicen nada.
No obstante, indicó que de manera personal no tienen nada contra los elementos, pues son personas a las que conocen y que en ocasiones conviven, pero que al darles una orden el inspector de Policía, el director de Desarrollo Económico, tienen que obedecer.
Señaló que esas acciones tienen también un fin recaudatorio, pues meten a una persona a la cárcel, le roban su mercancía, ésta tiene que pagar mil 500, mil 800 pesos por salir.
Agregó que el monto de las multas depende del humor del juez calificador, que le han impuesto sanciones hasta por 2 mil 800 pesos.