¡Qué miedo! así lucen Chucky y su novia como humanos, según la Inteligencia Artificial

Uno de los muñecos diabólicos más conocidos sin duda es "Chucky", quien se ha mantenido vigente con la producción de diferentes versiones que siguen siendo igual de escalofriantes que su primer estreno en el año 1988. La cinta fue aterradora para las generaciones más jóvenes de aquella época por las imágenes macabras que retrataban el rostro del juguete poseído, así como los crímenes cometidos.

Hoy, gracias a la Inteligencia Artificial, es posible dibujar el rostro del muñeco más espeluznante del cine como si fuera una persona de carne y hueso. Así lo hizo Hidreley Diao (@hidreley), un artista digital, famoso por avivar a personajes de las pantallas chica y grande: trajo a la vida a Chucky y a su novia Tiffany.

En el filme, una peculiar característica de Chucky es que tiene el cabello pelirrojo desalineado, ojos brillantes, sonrisa siniestra y viste un overol de mezclilla azul desgastado con rayas horizontales. Como persona, gracias a la inteligencia artificial, continúa teniendo el cabello rojo un poco más peinado, las pecas en su cara y manteniendo la siniestra mirada y sonrisa que lo representan. Aunque se desconoce su edad, luce como un adolescente.

Por otro lado, Tiffany, la novia de Chucky, es una muñeca poseída que se asemeja a una de porcelana. Tiene cabello medio, rubio y maquillaje dramático, con los ojos muy enfatizados. Su atuendo evoca un estilo vintage y femenino. En la vida real mantiene su cabello rubio, un intenso maquillaje en tonos negros, pestañas postizas, sombras  y delineado negro, cejas delgadas y alzadas, con un labial tono vino y el lunar junto a su boca. De igual manera mantiene su mirada y sonrisa siniestras. Agunos usuarios de Instagram aseguran que se parece a la actriz estadounidense Cristina Ricci.

¿Cuál es el verdadero muñeco de Chucky?

Según la leyenda, en 1904, un niño llamado Robert Eugene Otto que vivía con sus padres en Key West, Florida, en Estados Unidos, recibió un regalo por parte de una señora que les ayudada en las labores de limpieza del hogar: un muñeco vestido de marinero, el cual fue bautizado con el mismo nombre que su dueño, Robert. La familia desconocía que la mujer era originaria de Bahamas, donde practicaba la magia negra, por lo que el muñeco había sido “embrujado”.

Los padres del pequeño lo escuchaban hablar solo en su habitación, lo que los empezó a preocupar. De igual modo, empezaron a suceder acontecimientos paranormales en la casa y Robert empezó a tener aterradoras pesadillas que tenían como protagonista al juguete, hasta que una noche, mientras la familia dormía, se escuchó un estruendo. Los padres corrieron de inmediato hasta el cuarto de su hijo y se encontraron que los grandes y pesados muebles estaban tirados en el suelo y el muñeco sonreía de una forma escalofriante. La familia tomó al muñeco de paja y lo lanzaron al ático.