Es innegable que los Beatles han pasado a la historia como el grupo musical más exitoso e influyente de todos los tiempos, pero incluso ellos la tuvieron difícil para ganarse al público de ambos lados del charco en sus inicios.
Para finales de 1963 ya eran un hito en Reino Unido y la mayor parte de Europa; su sencillo ‘She Loves You’ se había convertido en el disco más vendido del año y su segundo álbum With The Beatles encabezaba las listas de éxitos, pero hasta ese momento la discográfica estadounidense asociada, Capitol Records, se había negado a distribuir su material.
En aquellos tiempos era muy difícil que un artista británico triunfara en suelo americano, pues ellos tenían a sus propios ídolos, aunque cabe destacar que durante esos años todos entraron en un momento de decadencia: Elvis Presley ingresó al servicio militar, Chuck Berry fue enviado a prisión, Buddy Holly murió en un accidente aéreo y Jerry Lee Lewis se metió en un escándalo al casarse con una adolescente.
Estos factores, más el enorme éxito que los Beatles y otros artistas de rock británico habían comenzado a alcanzar, motivaron a las discográficas norteamericanas a adquirir el material que tanto resonaba en suelo europeo. El país, además, se encontraba de luto por el asesinato del presidente Kennedy, así que la música popular fue más que nunca un escape para muchos jóvenes.
La canción que desencadenó el éxito del cuarteto de Liverpool en América fue ‘I Want To Hold Your Hand’, que se convirtió en el primer sencillo del grupo en llegar al número 1 de las listas estadounidenses, y desató el fenómeno conocido como “la invasión británica”, pues muchas otras bandas y artistas del Reino Unido triunfaron en Estados Unidos a raíz del éxito inicial de los Beatles.
El cuarteto pisó suelo estadounidense por primera vez a las 13:20 horas del 7 de febrero de 1964 en el aeropuerto John F. Kennedy de la ciudad de Nueva York, y fueron recibidos por miles de fanáticas y cientos de reporteros en una euforia nunca antes vista, desatando lo popularmente conocido como “Beatlemanía”.
Los Beatles concedieron una rueda de prensa donde dejaron en evidencia su humor y su facilidad para encarar a los periodistas; dos días después, hicieron su primera actuación en vivo en el Show de Ed Sullivan, rompiendo récords de audiencia televisiva. El resto es historia.