Desde hace unos años Starbucks tenía una política de puertas abiertas, la cual permitía a cualquier persona entrar a sus locales a pasar el rato y usar los baños sin mayor problema y sin la necesidad de hacer alguna compra.
Sin embargo, la empresa perfila dar marcha atrás a esta política con la finalidad de ‘mejorar la experiencia de usuario’ en sus cafeterías y evitar que personas sin hogar o que no tengan algo mejor qué hacer permanezcan en sus establecimientos.
Fue en 2018 luego del arresto de dos ciudadanos negros en un local de Filadelfia mientras esperaban a otra persona. Uno de ellos pidió usar el baño, lo cual le fue negado bajo el argumento que era ‘solo para clientes que pagaban’.
Esto quedó en video, siendo un desastre de relaciones públicas para la compañía que decidió abrir sus locales al público, convirtiendo a Starbucks en un paso obligado entre su casa y la oficina a quienes tenían una emergencia sanitaria.
Y aunque esto ha ayudado a que Starbucks se haga de clientes potenciales, la realidad es que con el paso del tiempo esto se convirtió también, en palabras de la compañía, en un problema de seguridad por algunas de las personas que usaban los cafés como un refugio.
Fue el pasado lunes 13 de enero cuando el nuevo código de conducta se anunció en las tiendas de Starbucks, la cual se aplicará en todas las sucursales de Norteamérica, y será exhibido en las puertas de los locales.
“Al establecer expectativas claras sobre el comportamiento y el uso de nuestros espacios, podemos crear un mejor entorno para todos”, se indica en un comunicado.
Otros cambios incluyen la prohibición de pedir limosna, la discriminación, el consumo de alcohol de terceros, así como el vapeo al interior, además que se buscarán maneras para incentivar el consumo en tiendas en lugar de los pedidos para llevar.