Expertos señalan que el nearshoring se agota ante bajas condiciones de logística que ofrece México; extranjeros están viendo que los costos logísticos como gasto para garantizar seguridad y temas de infraestructura no compensan las ventajas de llegar al país.
A pesar del atractivo que sí está generando México en el exterior y que incentivó la entrada de 22,443 millones de dólares en inversión directa durante todo el año pasado, los empresarios mexicanos prefieren aprovechar oportunidades fuera del país.
Información del Banco de México (Banxico), contenida en la balanza de pagos del 2022, muestra que en todo el año se registró la entrada de 22,443 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa (IED).
Son recursos aparentemente atraídos por la ventaja competitiva que ofrece México por ser socio comercial de Estados Unidos, en un momento donde las empresas están acercándose a su cliente final para reducir riesgos de nuevas interrupciones en la cadena de suministro, explicaron economistas de Banorte.
Pero al poner un foco en los componentes de la cuenta de capital del año, se observa que la IED registró una octava entrada trimestral consecutiva que ha venido desacelerando desde el pico de los ingresos trimestrales que se observó en el primer trimestre del 2022, de 17,743 millones de dólares hasta los 243 millones de dólares que ingresaron en el último cuarto del 2022.
La directora de análisis económico en Banco Base, Gabriela Siller, observó que la impresión es que el nearshoring se dio entre el 2021 y 2022 pero ya se está agotando. Las cifras de Banxico muestran que en el 2021, la IED sumó 33,137 millones de dólares.
En tanto, las inversiones que los mexicanos realizan en el exterior ascendieron a 12,849 millones de dólares en todo el año, con lo que superó los 1,594 millones de dólares que salieron en el 2021.
Esto contrasta con el comportamiento de la Inversión Fija Bruta en México que sigue estancada, muy rezagada respecto del nivel máximo histórico alcanzado en julio del 2018, que permite ver que sí hay dinero en México para invertir, resaltó Siller.
La experta de Banco Base explica que los extranjeros están viendo que los costos logísticos como gasto para garantizar seguridad, respeto a las reglas del juego (contratos y convenios) y temas de infraestructura de agua y logística de comunicación no compensan las ventajas de llegar al país, refirió Siller.
Admitió que tenemos oportunidad en el llamado friendshoring con Estados Unidos, en contraste con China, que tiene una disputa con nuestro principal socio comercial.
Nos tendríamos que comportar como verdaderos aliados, como el caso del maíz, por ejemplo, donde México planea disminuir las importaciones del cereal que viene de aquel país.
El 80 % de las exportaciones mexicanas van a Estados Unidos y esto genera una dependencia importante de crecimiento, advirtió aparte el director de Asesoría y Productos para las Américas de Julius Baer, Esteban Polidura.
Los inversionistas extranjeros ven muy de cerca la incertidumbre en sus inversiones, es decir, el Estado de Derecho.
Antes de pensar en una reforma estructural, se esperaría que no haya cambios adicionales sobre reformas que ya estaban en marcha, como la energética o la nacionalización del litio, donde cancelaron las concesiones otorgadas a empresas extranjeras para la explotación del citado metal.
Así, el banco central informó que la Cuenta Corriente de la balanza de pagos registró un déficit de 13,423 millones de dólares en todo el 2022.
Como proporción del PIB, este déficit representó 0.9 % del Producto Interno Bruto (PIB), que superó el del 2021, de 0.6 % y quedó como el más alto desde el año 2018 (1.8 % del PIB).
El saldo negativo de la cuenta corriente en el 2022 derivó de la combinación de un déficit de la balanza de bienes y servicios por 41,460 millones de dólares, así como un déficit en la balanza de ingreso primario, que representan ingresos y egresos devengados provenientes de rentas como cobros y pagos de intereses o remisión de utilidades por 30,032 millones de dólares.
Y de un superávit en la balanza de ingreso secundario, donde se asientan transferencias corrientes entre residentes de una economía y no residentes, que pueden ser en efectivo o en especie, por 58,068 millones de dólares.
De acuerdo con algunos informes se ha gastado el superávit de cuenta corriente, desde el registrado en el último trimestre de 2021, que fue de 2,816 millones de dólares; sin embargo, matizó que es un desempeño bastante manejable.
Se advirtió que se encuentran más preocupados por el perfil de riesgo de la cuenta de capital, especialmente tomando en cuenta que México es una economía altamente integrada con una presencia extranjera considerable en los mercados locales.
La información del Banco de México muestra que todos los rubros de la cuenta financiera tuvieron entradas netas de recursos por 12,763 millones de dólares, que serían más que suficientes para financiar el déficit de la cuenta corriente. Ese saldo incorpora la disminución de los activos de reserva en 1,692 millones de dólares.
Este saldo se originó en la entrada de 22,443 millones de dólares por concepto de inversión directa; por préstamos netos de 5,635 millones de dólares de la cuenta de inversión de cartera; otros 2,888 millones de dólares en el rubro de derivados; 2,828 millones en el renglón de otra inversión y la disminución de 1,692 millones de dólares por los activos de reserva.
Pero resaltaron que en el otro lado, la incertidumbre por la actividad económica y la inflación de Estados Unidos se tradujo en mayor volatilidad del mercado.