Una vez más nos reúne la preocupación común de no meternos en problemas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), el tan temido órgano encargado de aplicar la legislación fiscal a todos los contribuyentes al gasto público.
Todas las operaciones financieras que realizamos son propensas a ser vigiladas por el SAT, y entre las más comunes se encuentran las transferencias bancarias, mediante las cuales enviamos cantidades monetarias de nuestra cuenta a otra, por lo general como método de pago.
Las transferencias pueden realizarse entre cuentas pertenecientes a la misma institución bancaria, o distintas; si cuentas con los datos necesarios, no deberías tener problema en enviar dinero a una cuenta de un banco ajeno.
Pero, ¿qué pasaría si realizas una transferencia entre cuentas propias? Es decir, a otra que esté a tu mismo nombre. Parece sencillo de decir, pero este tipo de movimiento puede generarte serios problemas con el SAT.
Puede que tus motivos para hacer esto sean honestos, como que simplemente quieras tener un saldo mayor en la cuenta que utilizas más, pero para el SAT este movimiento puede ser tomado como una entrada o salida de ingresos no declarada, lo cual sería interpretado como una práctica fraudulenta y acreedora a una severa multa.
El SAT exhorta a evitar estos movimientos en la medida de lo posible para ahorrarte problemas, pero si realmente necesitas hacerlo, hay una forma muy sencilla de evitarlos.
Lo esencial es que demuestres que el movimiento fue hecho con dinero propio y no representa un ingreso extra, y para ello debes de contar con la documentación adecuada para justificar toda transferencia entre cuentas propias.
Ya sea un estado de cuenta bancaria, o el recibo o ticket generado por la institución que demuestre que la transferencia la realizaste tú mismo, además de comprobar el monto, origen y número de cheque o reporte de transferencia.
Presentando cualquiera de estas documentaciones, el SAT entenderá que no estás recibiendo un ingreso extra no declarado, sino que simplemente estás moviendo tu propio dinero.
Otras recomendaciones que podemos hacerte es colocar en el concepto de la transferencia que se trata de un “traspaso entre cuentas propias” para facilitar las cosas, y procurar no exceder los 15 mil pesos mensuales, pues eso en cualquier circunstancia es razón para ser vigilado por el SAT.